03.10.2012 Views

La%20larga%20huida%20del%20infierno%20Marilyn%20Manson

La%20larga%20huida%20del%20infierno%20Marilyn%20Manson

La%20larga%20huida%20del%20infierno%20Marilyn%20Manson

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

se dejó caer sobre mí. Recorrió mi cuello con su lengua y agarró mi pene. Yo estaba temeroso,<br />

principalmente porque no quería que me atraparan. Para entonces, ya comenzaba a sentirme apartado de<br />

la moral cotidiana del mundo. La culpa se había convertido más en un miedo de ser atrapado que una<br />

sensación de bien o mal.<br />

Terminé dejándola darme sexo oral, porque Teresa nunca lo había hecho. Pero, al igual que en el<br />

escenario, no hubo penetración. Cuando Teresa y Carl llegaron a mi casa menos de quince minutos<br />

después, estábamos sentados inocentemente en el sofá viendo televisión. Carl instintivamente caminó<br />

hacia Nancy y la besó en la boca, desconociendo que minutos antes ese mismo orificio había recibido<br />

varios millones de mis espermatozoides.<br />

En ese momento creí que era gracioso y que era una venganza apropiada, pero no me di cuenta de que<br />

este solitario acto de felación sería el principio de seis meses de terror gótico.<br />

Sucia Estrella de Rock<br />

El impulso por el amor, llevado hasta su límite, es el impulso por la muerte.<br />

-Marqués de Sade.<br />

El lugar es Fort Lauderdale, Florida. La fecha es Julio 4 de 1990. El objeto sobre la palma de la mano<br />

estirada frente a mí es una tableta de ácido, y dentro de un momento esa tableta borrará todos estos<br />

hechos.<br />

Teresa, mi novia, ha tomado ácido antes. Nancy, la sicótica, también lo ha hecho. Yo aún no. La dejo<br />

reposar en mi boca hasta que me molesta, después la trago y regreso a empacar los restos del primer<br />

concierto de Marilyn Manson and the Spooky Kids al aire libre, confiando que mi fuerza de voluntad es más<br />

fuerte que cualquier cosa que este pequeño cuadro de papel tenga preparada para mí. Andrew y Suzie, la<br />

pareja que me dio la tableta, me sonríen en complicidad. Yo les hago un guiño, sin saber exactamente lo<br />

que tratan de comunicarme.<br />

Los minutos pasan y nada sucede. Me recuesto en el piso y me concentro en averiguar si el ácido está<br />

trabajando –si mi cuerpo perece diferente, si mi percepción ha cambiado, si mis pensamientos se tuercen.<br />

“¿Ya sientes algo?” llega una voz, respirando enferma y húmedamente en mi oído. Abro mis ojos para ver<br />

la sonrisa masoquista de Nancy a través de su cabello negro.<br />

“No, todavía no,” digo rápidamente, tratando de deshacerme de ella, especialmente porque mi novia anda<br />

por ahí.<br />

“Necesito hablar contigo,” ella insiste.<br />

“Bien.”<br />

“Es sólo que comienzo a darme cuenta de algunas cosas. Sobre nosotros. Quiero decir, Teresa es mi<br />

amiga y Carl, ya no me importa Carl. Pero debemos decirles lo que sentimos el uno por el otro. Porque yo<br />

te amo. Y se que tú me amas, aunque no lo sepas. No tiene que ser para siempre. Se como eres con esas<br />

cosas. No quiero que esto nos cause problemas con nuestra banda” –nuestra banda- “y con la química que<br />

tenemos en el escenario. Pero podemos intentarlo. Quiero decir, amor....”<br />

En cuanto dice amor esa última vez, su cara aparece iluminada contra el fondo verde, como un anuncio<br />

luminoso que anuncia autoengaño. La palabra amor parece colgar suspendida en el aire por un momento,<br />

opacando al resto de la oración. Todo es muy sutil. Pero me doy cuenta de que estoy a punto de tener un<br />

viaje y ya no hay marcha atrás.<br />

“¿Sentiste eso –esa diferencia?” Pregunto confundido.<br />

“Sí, por supuesto,” dice ella con entusiasmo, como si estuviéramos en la misma frecuencia. Y yo de hecho<br />

necesito a alguien que esté en la misma frecuencia que yo porque pienso que estoy a punto de perder la<br />

cordura. Pero no quiero que sea ella. Oh, dios, no quiero que sea ella.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!