Bolívar como héroe trágico - Aníbal Romero
Bolívar como héroe trágico - Aníbal Romero
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han desaparecido los tres siglos de cultura, de ilustración y de industria…” 22 No<br />
había sido, por tanto, la colonización española tan sólo el “frenesí sanguinario” al<br />
que se refiere en la Carta. 23 Y llama la atención que en este mismo documento,<br />
y de modo contradictorio con otras aseveraciones en el texto, <strong>Bolívar</strong> escribe<br />
que: “El hábito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religión;<br />
una recíproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de<br />
nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venía de<br />
España.” 24 Afirmaciones sorprendentes en vista del marco en que se insertaban.<br />
¿Qué podía entonces esperarse de una revolución dinamizada por un<br />
pueblo que —en sus propias palabras— surgía de un “origen impuro?” 25<br />
“Nosotros —escribía en 1826— somos el compuesto abominable de esos tigres<br />
cazadores que vinieron a la América a derramarle su sangre y a encastar con las<br />
víctimas antes de sacrificarlas, para mezclar después los frutos espúreos de<br />
estos enlaces con los frutos de esos esclavos arrancados del Africa. Con tales<br />
mezclas físicas; con tales elementos morales, cómo se pueden fundar leyes<br />
sobre los <strong>héroe</strong>s y principios sobre los hombres?” 26 Si esto era así, de acuerdo<br />
con <strong>Bolívar</strong>, ¿por qué extrañarse con el desenlace del proceso?, ¿cómo<br />
asombrarse con el hecho de que, ya hacia 1829, <strong>Bolívar</strong> constataba que “En<br />
este inmenso continente flota el desorden <strong>como</strong> las olas en el océano?” 27 “En<br />
semejantes países —añadía poco más tarde— no puede levantarse un<br />
libertador sino un tirano.” 28 No debería intrigar, por tanto, el hecho de que<br />
<strong>Bolívar</strong> admitiese que el resultado de sus esfuerzos podía sintetizarse así: “Este<br />
es un caos… insondable y que no tiene pie ni cabeza, ni forma ni materia; en fin,<br />
esto es nada, nada, nada…estoy espantado de la situación…No hay cohesión<br />
en esta república. Yo me mato en balde y tontamente…” 29<br />
22 Ibid., 2, p. 1066<br />
23 Ibid., 1, p. 160<br />
24 Ibid.<br />
25 Ibid., 1, p. 1390<br />
26 Ibid.<br />
27 Ibid., 2, p. 641<br />
28 Ibid., 2, p. 665<br />
29 Ibid., 2, pp. 641, 694, 771<br />
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