Bolívar como héroe trágico - Aníbal Romero
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desinteresaron de la causa realista; y los fusilamientos y castigos<br />
impuestos a los desertores y a los recalcitrantes, los iban a inclinar<br />
gradualmente del lado patriota.” 119<br />
La política española fue definida en función de la restauración de las<br />
estructuras de poder colonial, confiando para ello en Morillo, sus tropas y los<br />
blancos realistas, y no en los pardos y esclavos. No obstante, apunta Lynch,<br />
“Los pardos no podían olvidar sus recientes avances y rehusaron regresar a las<br />
condiciones anteriores a 1810. Antes que sufrir la desmovilización o la<br />
degradación, decidieron que tuvieron más que ganar del bandidaje o con la<br />
causa revolucionaria.” 120 Los patriotas —con <strong>Bolívar</strong> a la cabeza— dieron<br />
comienzo a un viraje estratégico que fue transformando la estructura del ejército<br />
republicano, haciéndole más “popular” ; y si bien “los criollos (blancos, AR)<br />
conservan en definitiva la dirección militar y política de la lucha, se abren a los<br />
pardos posibilidades de acceso a rangos elevados, disminuyendo así la<br />
distancia social entre tropas y cuadros.” 121 El sector realista, en cambio, perdió<br />
gradualmente su enraizamiento en las masas, a lo que se sumó la desilusión<br />
creciente de los todavía fieles a la Corona ante la falta de una acción consistente<br />
por parte de España, en el esfuerzo por apoyar a Morillo y adelantar con la<br />
necesaria firmezay eficacia una política de reconquista. 122<br />
119<br />
T. III, p. 470. Estas observaciones reflejan las de Laureano Vallenilla Lanz, en su capítulo “Psicología<br />
de la masa popular” de Cesarismo democrático (Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1991), pp. 79-93. Los<br />
caudillos populares realistas odiaban a los soldados peninsulares recién llegados, y les consideraban<br />
parásitos, interesados en lograr algún compromiso, hacer fortuna rápida y largarse de Venezuela lo antes<br />
posible. Véase, Lynch, América Latina…, pp. 114-115<br />
120<br />
Lynch, “Más allea de la revolución…”, pp. 220-221. Véase también, Encina, Tomo IV (1962), pp. 60-<br />
61; Plaza, p. 246<br />
121<br />
Carrera Damas, La crisis…, p. 97. Es correcta la aseveración de Lynch de que <strong>Bolívar</strong> “superó los<br />
límites de sus propios orígenes, al ampliar la base social de la revolución para atraer a los esclavos y la<br />
gente de color”, América Latina…, p. 256; véase también, Las revoluciones…, pp. 198, 207<br />
122<br />
Véase sobre este punto, Michael P. Costeloe, La respuesta a la independencia (México: FCE, 1989),<br />
p. 51. Las dificultades de adaptación de las tropas de Morillo al clima y al inhóspito terreno tropical le<br />
diezmaron prontamente y redujeron su capacidad de combate: “Cuatro años después de haber llegado a<br />
Costa Firme…el ejército de Morillo estaba reducido a menos de la tercera parte”, escribe Vallenilla Lanz.<br />
Véase, Cesarismo…, p. 25; también, Acosta Saignes, p. 220. A pesar de todo esto la causa realista se<br />
sostuvo hasta 1821, lo cual pone de manifiesto claramente la reticencia de muchos a asumir y respaldar la<br />
causa emancipadora.<br />
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