Bolívar como héroe trágico - Aníbal Romero
Bolívar como héroe trágico - Aníbal Romero
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eferirse a las consecuencias que esperaban producir : “que los españoles,<br />
sabiendo que encontraban una muerte cierta se acobardarían, <strong>como</strong> sucedió, y<br />
que los criollos engrosarían las filas de <strong>Bolívar</strong>, <strong>como</strong> era necesario.” 106<br />
McKinley piensa igualmente que <strong>Bolívar</strong>, enfrentado al escaso apoyo popular<br />
que percibía a su alrededor, esperaba que el decreto contribuyese a separar a<br />
los españoles de los criollos, y que estos últimos se verían impulsados a<br />
identificarse con la causa patriota. 107 Según Carrera Damas, la Guerra a Muerte<br />
no logró “a corto plazo” los objetivos propuestos y enajenó “la opinión moderada<br />
sin galvanizar al pueblo.” 108 McKinley, por su parte, sostiene que el esfuerzo de<br />
<strong>Bolívar</strong> por radicalizar la opinión criolla fracasó, y que “el único efecto seguro de<br />
su política fue un efecto negativo: la radicalización extrema de la comunidad<br />
española realista que sobrevivió.” 109<br />
A mi modo de ver, la radicalización de la guerra a partir de 1813, en lo<br />
que toca a <strong>Bolívar</strong>, fue un acto deliberado 110 y estratégicamente calculado, que<br />
se enraizó en su convicción de que —en sus palabras— “en todas las guerras<br />
civiles ha vencido siempre el más feroz.” 111 Muy reveladoras son sus<br />
expresiones en carta a Santander de 1819:<br />
“Las grandes medidas, para sostener una empresa sin recursos, son<br />
indispensables aunque terribles. Recuerde Usted los violentos resortes<br />
que he tenido que mover para lograr los pocos sucesos que nos tienen<br />
con vida. Para comprometer cuatro guerrillas, que han contribuido a<br />
libertarnos, fué necesario declarar la guerra a muerte; para hacernos de<br />
algunos partidarios fieles necesitamos de la libertad de los esclavos…” 112<br />
(Itálicas AR).<br />
106<br />
Citado en, Madariaga, Vol. 1, p. 401<br />
107<br />
P. Michael McKinley, Caracas antes de la independencia (Caracas: Monte Avila, 1985), p. 237<br />
108<br />
La crisis…, p. 46<br />
109<br />
McKinley, p. 238<br />
110<br />
Su postura obedeció, dice Viso, “básicamente, a su decisión personal, y a la supuesta voluntad general<br />
encarnada por él”, A. B. Viso, Las revoluciones terribles (Caracas: Editorial Grijalbo, 1997), p. 116<br />
111<br />
OC, 2, p. 933. Según McKinley, “el derramamiento de sangre…no fue producto del compromiso<br />
político de la población…con uno u otro de los dos bandos enfrentados…sino más bien de las políticas<br />
deliberadas y extremistas de los dos caudillos rivales…” (<strong>Bolívar</strong> y Monteverde, AR), p. 237<br />
112<br />
Ibid., 1, p. 397<br />
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