Hacia el anhelo de Freud - Asociación Psicoanalítica de Orientación ...

B. DESDE LA PRÁCTICA
directivos,

en
acompañamiento
porque
un
operador
convoca
a
otro
operador,
pero
a
la
vez,
en
singularidad


viví
el
enigma
en
torno
a
un
alumno,
a
diferentes
singularidades
que
preocupaban
en
la
escuela
y
con
el
enigma
sobre
lo
que
Freud,
Lacan,
Di
Ciaccia,
Baio,
Miller,
Gutiérrez,
Bori
y
Cárdenas

evocaban

en
sus
textos
y
seminarios
escritos

o
presenciales.
El
 referente
 teórico
 y
 el
 deseo
 de
 estar
 ahí
 con
 el
 alumno,
 con
 el
 docente,
 con
 el
 equipo,
sumarse
 al
 trabajo
 de
 manera
 distraída,
 buscar
 un
 lugar
 en
 el
 aula
 y
 en
 la
 escuela,
 se
acompañaban
 de
 otros
 enigmas
 ¿estaré
 autorregulándome?
 ¿Creo
 que
 me
 coloque
 en
 la
demanda
 al
 alumno
 
 en
 esto
 o
 en
 aquello?
 …¿creo
 que
 estoy
 en
 la
 demanda
 de
 que
 los
docentes
operen
con
la
estrategia?
Algo
del
deseo
convoco
a
algo
de
límite
a
la
inquietud,
duda,
al
no
saber
pero
querer
hacer.
Entonces
muchas
de
las
preguntas
en
torno
al
 hacer
docente,
tomaron
forma
como
si
esos

cuerpos
fueran
los
desregulados
y
la
intervención
docente
fuera
la
autorregulación.
Además
el
acontecer
en
cada
escuela
seguía
dadivoso,
lo
que
muestra

un
niño
en
un

día
de
trabajo
remite
a
la
alienación,
al
complemento.

¡Ah
caray!
si
el
exceso
de
goce
no
es
un
exceso
teórico,
el
niño
se
muestra.
Miguel
por
ejemplo
corriendo
por
momentos
sin
parar
en
el
espacio
didáctico
 del
 aula
 
 y
 emitiendo
 sus
 alaridos,
 solo,
 excluyendo
 al
 
 docente
 ocupándose
 de
 lo
propio
como
si
fuera
tomado
por
su
cuerpo.
¿Qué
decían
los
fundamentos?:
del
niño
tomar
lo
que
 muestra
 en
 acto
 o
 verbalización
 del
 docente,
 presentar
 el
 lenguaje
 de
 manera
 no
amenazante,
no
ocuparse
del
niño,
atender
distraídamente,
con
el
docente
titular
sumarse
a
su
actividad
pedagógica,
sin
querer
enseñar,
querer
aprender,
querer
estar
ahí,
proponer
y
aceptar
convocatorias
verbales,
hacer
aquello
que
la
maestra
titular
indicaba
para
el
grupo.
Lo
que
muestra

un
niño
en
 un

día
de
trabajo,
 cuando
toma
 la
oferta
del
maestro
regulado,
mostrando
algo
de
límite
al
goce
convoca
a
emplear
la
estrategia,
Monserrat
con
su
ocupación
en
el
piso
en
vaivén
o

dormitando
o
comiendo
los
alimentos
de
sus
compañeros
dejando
que
el
acontecer
de
verbalizaciones
y
actos
de
varios
docentes
en
atención
distraída
la
convoquen,
da
segundos
 de
 contacto
 con
 una
 sonrisa,
 
 un
 cruce
 de
 mirada
 ó
 su
 atención
 a
 la
 actividad
 que
otros
realizan,

a
mirarla
más
jovencita,
mas
presta
a
lo
que
acontece
en
el
aula
y
en
el
patio.
Lo
que
muestra
un
equipo
de
varios
docentes
en
diversas
funciones
ahí
en
sus
construcciones
para
aliarse
al
niño
o
joven
a
poner
algo
de
limite
a
esos
actos
perturbadores
es
algo
inédito
que
alimenta
al
ser,
y,

paradójicamente
vacía
y
nos
permite
escucharnos
también
entre
varios
para
seguir
construyendo
en
las
coordenadas
de
la
práctica
entre
varios.
Que,
también
guía
para
no
creerse
 exclusivo
 con
 el
 alumno,
 
 para
 abrirse
 cancha
 en
 primera
 persona
 y
 en
 la
 pluralidad
docente.
 En
 la
 autoregulación,
 en
 la
 atención
 distraída
 al
 alumno
 y
 entre
 varios
 uno
 se
 va
percatando
de
los
efectos
del
deseo
del
acompañamiento
de
su
trabajo,
de
desear
dejarse
guiar
por
 el
 niño,
 por
 el
 docente
 y
 por
 la
 familia.
 Y
 lo
 llamado
 acto
 perturbador
 del
 niño,
 lo
 que
muestra,
 hace
 símbolo
 en
 el
 docente,
 donde
 hay
 momentos
 que
 ante
 varias
 
 
 tarjetas
 de
presentación


da
material
al
docente
a
su
iniciativa
y
creatividad
con
el
significante,
en
el
campo
simbólico
propio
y
regulado
por
ese
deseo
de
servir.
La
 implementación
 
 y
 seguimiento
 de
 la
 practica
 entre
 varios
 en
 la
 escuela
 pública
 es
 en
 el
acontecer,
 los
 efectos
 que
 el
 trabajo
 con
 su
 método
 produce,
 es
 repetible
 en
 torno
 a
 ése
ambiente
de
vida
y
psíquico

del
contexto
escolar,
del
lugar
del
partner,
de
lugar
de
los
padres