Hacia el anhelo de Freud - Asociación Psicoanalítica de Orientación ...

C. UN PARADIGMA DE DESARROLLO INSTITUCIONAL DE LA SALUD MENTAL
nos
quieren
que
asumimos
y
rechazamos
la
exclusión
del
enfermo,
al
mismo
tiempo
tenemos
que
atenderlo
y
tenemos
que
gestionar
el
intento
de
una
suya
reinserción
en
el
ámbito
social.
Curar
quiere
decir
toma
en
carga
de
quien
recurre
a
los
tratamientos
del
servicio
creando
un
espacio
vital
a
su
entorno,
empezando
por
sus
exigencias
y
sus
necesidades
y,
esta
vez,
no
más
en
un
espacio
otro
y
separado,
con
funciones
de
puro
control,
sino
en
el
contexto
social,
así
que
la
toma
en
carga
sea
verdaderamente
responsable
y
completa.
Pero
también
la
implicación
se
amplía
 por
 incluir
 más
 sujetos,
 en
 el
 sentido
 que
 no
 se
 detiene
 a
 los
 operadores
 como
 en
 la
Comunidad
 Terapéutica,
 sino
 implica
 otros
 diferentes
 sujetos
 sociales
 (administradores,
consejeros
de
barrio,
docentes,
empleadores,
juez,
etc.).
Así
 la
 situación
 empuja
 a
 buscar
 nuevos
 espacios,
 nuevas
 ocasiones
 en
 las
 cuales
sea
 posible
realizar
 experiencias
 de
 confrontación
 y
 encuentro;
 siempre
 tomando
 en
 cuenta
 técnicas
 y
experiencias
que,
sobretodo
en
los
últimos
treinta
años,
se
han
afirmado.
Al
mismo
tiempo
es
necesario
no
hacer
uso
de
técnicas
especificas
como
modalidad
de
sedación
de
 la
 angustia
 que
 esta
 modalidad
 de
 trabajo
 puede
 agarrar
 el
 operador,
 sino,
 otra
 vez,
 es
importante
 vivir
 dialécticamente
 las
 contradicciones
 de
 lo
 real
 y
 crear
 constantemente
situaciones
alternativas.
Solo
en
esta
manera
se
logrará
a
dar
sentido
y
valor
al
termine
terapia.
Por
cierto
todo
eso
nos
obliga
a
confrontarnos
con
un
sistema
económico
y
social
que
tiende
a
mascarar
nuevos
y
más
refinados
procesos
de
exclusión
hacia
el
diferente,
hacia
él
que
infringe
la
 norma,
 que
 a
 menudo
 pone
 en
 discusión
 y
 en
 crisis
 reglas
 y
 dinámicas
 de
 un
 vivir
 social,
determinado
por
convenciones
y
relaciones
de
poder
considerados
como
naturales
pero
que
no
lo
 son.
 La
 puesta
 en
 discusión
 entonces,
 practica
 y
 cotidiana,
 de
 un
 sistema
 que
 busca
 de
proponer
 soluciones
 seudo
 científicas
 y
 técnicas
 para
 no
 dejarse
 implicar
 en
 un
 proceso
 de
proyecto

comunitario.
Se
trata
de
un
proceso
que
se
realiza
a
través
de
pequeños
actos,
que
todavía
deben
reconocer
continuidad,
deben
producir
implicación
y
solidaridad,
deben
fundarse
sobre
 la
 mutua
 confianza.
 Para
 una
 utopia 136 :
 un
 común
 proyecto
 que
 compromete
 y
 vuelve
sujetos
 activos
 todos
 los
 que
 entran
 en
 contacto
 con
 una
 realidad
 que
 quiere
 evolucionar
 o
mejor
que
quiere
cambiar
implicando
todos,
aceptando
de
ser
puestos
en
crisis
por
lo
que
es
otro
y
que
expresa
una
diferencia,
haciéndose
contaminar
por
esa.
El
 proceso
 de
 liberación
 que
 Basaglia
 propugna
 no
 es
 solo
 la
 liberación
 de
 la
 reclusión
 del
manicomio,
 que
 todavía
 es
 un
 presupuesto
 necesario,
 sino
 un
 proceso
 de
 participación,
 de
responsabilización
 y
 de
 toma
 de
 conciencia
 a
 través
 una
 reciprocidad
 de
 relación
 y
 de
reconocimiento
reciproco.
Esto
significa
solidariedad
que
brota
del
respeto
de
los
derechos
y
de
la
 dignidad
 de
 cada
 uno,
 implica
 una
 responsabilidad
 del
 papel
 actuado
 que
 implica
 un
compromiso
 en
 un
 interés
 común.
 Problemas,
 exigencias,
 necesidades
 emergentes,
 pero
también
 el
 mundo
 de
 lo
 simbólico,
 de
 los
 deseos,
 de
 los
 propios
 sueños
 en
 sus
 diferencias
 y
diferentes
 representaciones,
 deben
 ser
 sustraídos
 al
 sentido
 común
 y
 deben
 encontrar
 tierra
fértil
para
la
búsqueda
de
modalidades
de
relaciones
con
el
otro
y
los
otros.
Solo
de
este
modo
es
posible
dar
un
sentido
y
un
significado
a
la
demanda
de
reciprocidad
de
relaciones,
es
decir
dar
un
sentido
al
ser
en‐
al
ser
con‐
para
entender
donde,
porque
y
con
quien
estamos‐
donde
queremos
y
podemos
ir
y
con
quien.
136 Utopia en este caso es lo opuesto de ideología en el sentido de los AA. Anglosajones. Es decir como cobertura de las contradicciones,
mientras que la utopia se dirige hacia la realización de un proyecto que es signo de cambio y que cuando se proyecta parece imposible su
realización. La utopia es entonces empuje vital, mientras que la ideología es funcional a la conservación del existente.