17.05.2013 Views

AHORCADO

AHORCADO

AHORCADO

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Y diciendo esto, el mendigo clavó en el joven caballero una<br />

mirada tanresuelta y dominadora, que sir Jorge Evandale bajó la<br />

cabeza, humilladoy sumiso ante aquel vagabundo.<br />

—Decidme, prosiguió Nizam, ¿no habéis oído hablar nunca de<br />

vuestro tíosir Jorge Arturo Pembleton?<br />

—Raramente, repuso sir Evandale.<br />

—Pero en fin, ¿os han hablado alguna vez?<br />

—Sí.<br />

—¿Quién?<br />

—Los criados de mi casa.<br />

—¿Y vuestra madre?<br />

—Jamás.<br />

—¡Ah! dijo Nizam soltando una carcajada satánica, ¿no os<br />

habló nunca deél?<br />

—No; y aún recuerdo, prosiguió sir Evandale, que un día<br />

estuvo a puntode desmayarse porque un doméstico pronunció<br />

ese nombre delante de ella.<br />

—En otro tiempo no se hubiera desmayado, murmuró Nizam<br />

con voz sorda yacento irónico.<br />

Sir Evandale se estremeció de nuevo.<br />

—¿Qué quieres decir, mendigo! exclamó.<br />

Nizam seguía sonriéndose.<br />

—No pretendáis humillarme con vuestro desprecio, sir<br />

Evandale, dijo.Yo, mendigo tal que me veis, soy sin embargo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!