17.05.2013 Views

AHORCADO

AHORCADO

AHORCADO

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La pobre joven miraba a Marmouset, retorciéndose las manos<br />

condesesperación, y murmuraba sin cesar:<br />

—¿Qué hacer? ¡Dios mío!... ¿qué hacer?<br />

—¡Oh! por mi parte no lo sé tampoco, repuso Marmouset.<br />

Pero de pronto tuvo una inspiración.<br />

Entregó la linterna a Shoking y, aproximándose al peñon que<br />

cerraba lagalería, se acostó por tierra casi debajo de él y aplicó<br />

el oído.<br />

Vanda le contemplaba sin comprender bien lo que hacía.<br />

Marmouset escuchaba.......<br />

Escuchaba, sabiendo que ciertas piedras de materia calcárea<br />

poseen unasonoridad prodigiosa.<br />

Esta experiencia se semejaba algún tanto a la del médico<br />

cuando ascultael pecho de un hombre que no da signo de vida, a<br />

fin de convencerse deque el corazón ha dado su último latido.<br />

La ansiedad de los actores de esta escena acrecía por<br />

momentos, cuandode repente Marmouset levantó la cabeza, y su<br />

rostro pareció iluminarse.<br />

—Oigo alguna cosa, dijo.<br />

—¿Qué? preguntó Vanda con voz ahogada, y precipitándose<br />

hacia él.<br />

—Oigo un ruido sordo y lejano, que se parece a veces al<br />

murmullo delagua que brota de un manantial, a veces a la voz<br />

humana.<br />

Vanda apoyó a su vez el oído contra la peña.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!