17.05.2013 Views

AHORCADO

AHORCADO

AHORCADO

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Un poco, le respondí.<br />

—¿Vuestra Señoría tiene el capricho de dormir esta noche con<br />

elcondenado a muerte?<br />

—Sí, amigo mío.<br />

—Sir Roberto Mitchels, nuestro digno gobernador, prosiguió<br />

elcarcelero, me ha dado sus órdenes al efecto.<br />

—¡Ah! muy bien!<br />

—Y si Vuestra Señoría lo permite, voy a conducirlo adonde se<br />

halla elreo.<br />

Yo hice un signo de cabeza afirmativo, y el carcelero, tan<br />

simple ycándido como su jefe, me sacó de mi calabozo, que<br />

estaba situado en elprimer piso, me guió hasta el piso bajo, y<br />

abrió delante de mí la puertadel calabozo donde estaba<br />

encerrado el marido de Betzy-Justice.<br />

Al ruido que hicimos al entrar, el infeliz se levantó<br />

sobresaltado.<br />

Yo le hice una seña con disimulo, recomendándole el silencio,<br />

y él merespondió con otra, indicando que había comprendido.<br />

Por lo demás, ya había adivinado que iban a darle un<br />

compañero, pues unahora antes habían traído a su calabozo un<br />

catre y un colchón, con losdemás aprestos de una cama.<br />

Bien pronto nos encontramos solos.<br />

—¿Y bien? le dije, ya lo veis; he cumplido mi palabra y<br />

tenemos toda lanoche por nuestra.<br />

—Ya sé que podéis hacer cuanto queréis, me respondió con<br />

cándidaadmiración.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!