17.05.2013 Views

AHORCADO

AHORCADO

AHORCADO

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lady Pembleton no respondió.<br />

—¡Oh! prosiguió Tom, ya me creeréis cuando lo sepáis todo.<br />

Y en seguida contó a lady Pembleton todo lo que sabía, todo lo<br />

que habíavisto y todo lo que había hecho.<br />

Sin embargo, lady Pembleton le escuchaba con aire de<br />

incredulidad.<br />

—¡Ah! exclamó Tom al concluir con acento de triunfo,<br />

cuando lo hayáisvisto, será fuerza que me creáis.<br />

—¿Cuándo lo haya visto, decís?<br />

—Sí, milady.<br />

—Pues qué, ¿no está en Australia?<br />

—Ha venido conmigo a Londres.<br />

Lady Pembleton palideció y no pudo ocultar su turbación.<br />

—¡En Londres! exclamó, ¿ese hombre está en Londres?<br />

—Ese hombre que habéis amado.... y que habéis llorado.<br />

—¿Y llegaré a verlo?<br />

—Sí, llegaréis a verlo, milady.<br />

Hablando así, se aproximaban en este momento a una vuelta<br />

de la alameda,donde forma un codo el riachuelo, dando origen a<br />

otra avenida.<br />

En aquella vuelta había un banco colocado contra un sauce<br />

que lo cubríacon su sombra; y en aquel banco estaba sentado un<br />

hombre, joven aún,pero cuyo rostro conservaba las huellas de<br />

largos sufrimientos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!