LA MÚSICA - Fraternidad Rosacruz Max Heindel de Madrid
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por la inspiración <strong>de</strong> la buena música es un antídoto para un espíritu <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>scontento o las maquinaciones <strong>de</strong> quienes son malintencionados.<br />
La música al final <strong>de</strong>l día <strong>de</strong> un prisionero es lo más importante. La soledad<br />
<strong>de</strong> su celda durante las horas <strong>de</strong> la noche es a menudo conducente al<br />
resentimiento y odio vengativo que dibuja el patrón <strong>de</strong> futuros crímenes si y<br />
cuando la oportunidad se presente. Los alegres y estimulantes conciertos<br />
<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> tien<strong>de</strong>n a disipar los pensamientos pesimistas y funestos y a<br />
reemplazarlos con i<strong>de</strong>as constructivas y optimistas. Pue<strong>de</strong>n servir aún para<br />
llevar a los oyentes a una armonización con la Música Suprema. Durante la<br />
visita <strong>de</strong> Enrico Caruso a Atlanta, aquel <strong>de</strong> la voz mágica, uno <strong>de</strong> los<br />
internos le pidió cantar para ellos. Y así lo hizo. Algunos días <strong>de</strong>spués<br />
aparecieron en el periódico <strong>de</strong> la institución, los siguientes versos <strong>de</strong> un<br />
prisionero:<br />
Nos sentamos en nuestras filas <strong>de</strong> gris empapado,<br />
Allí arriba en el gran salón blanco,<br />
A través <strong>de</strong> las barras <strong>de</strong> la ventana el gran día azul<br />
Y la luz dorada <strong>de</strong>l sol que llama;<br />
Nos llama como Cristo llamó al difunto Lázaro<br />
Y éste se levantó y salió <strong>de</strong> su tumba.<br />
Reformar los muertos a través <strong>de</strong> los muertos vivos<br />
A quienes el mundo aísla y las rejas encierran,<br />
El hombre hecho víctima <strong>de</strong> los pecados <strong>de</strong>l hombre.<br />
Entonces en el silencio <strong>de</strong>l gran salón blanco<br />
Dios forjó un maravilloso milagro.<br />
Porque una voz igual que una gloriosa llamada <strong>de</strong> trompeta<br />
Se elevó como un alma <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las profundida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l infierno<br />
Y nuestras almas subieron con ella en alas maravillosas,<br />
Salieron <strong>de</strong> su prisión <strong>de</strong> hierro y arcilla,<br />
Olvidaron la mugre y la vergüenza <strong>de</strong> las cosas,<br />
El pecado, el dolor y el castigo – todo –<br />
Se perdieron en esa llamada <strong>de</strong> trompeta humana,<br />
Ni las rejas ni el <strong>de</strong>stierro pue<strong>de</strong>n fatigar<br />
A las fuertes y veloces alas <strong>de</strong>l alma inmortal<br />
Que vuela por sobre el odio y el dolor<br />
Mientras los tonos <strong>de</strong> la música predominan<br />
A través <strong>de</strong> la melancolía y con<strong>de</strong>na <strong>de</strong>l canto floreciente<br />
En los corazones que recuerdan la juventud <strong>de</strong> nuevo.<br />
¿Cómo entonces, si tal es el hechizo <strong>de</strong> la música,<br />
Vamos a dudar que Cristo aun conquista el infierno?<br />
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