07.06.2014 Views

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

PAGINA 122<br />

ramona va a la adivina<br />

Seguramente los lectores <strong>de</strong> ramona on<br />

line se preguntarán el por qué <strong>de</strong> la ausencia<br />

<strong>de</strong> esta columna durante el número<br />

9. La respuesta es que, en un confuso<br />

episodio, la adivina se alzó con el dinero<br />

<strong>de</strong>l remate que organizó nuestra revista<br />

para recaudar fondos para permitir la fluida<br />

aparición <strong>de</strong> esta publicación y <strong>de</strong>sapareció<br />

<strong>de</strong>l mapa. Finalmente, nuestra pitonisa<br />

<strong>de</strong> cabecera apareció y nos ofrece<br />

su versión.<br />

ramona | Se la ve muy bien: tostada, más<br />

<strong>de</strong>lgada... ¿Se pue<strong>de</strong> saber qué fue lo<br />

que pasó?<br />

La Adivina | Un mal entendido, simplemente.<br />

r | Vamos a ver. Empecemos por el principio:<br />

Usted estaba a cargo <strong>de</strong> la recolección<br />

y custodia <strong>de</strong>l dinero obtenido en el<br />

remate y se la tragó la tierra.<br />

A | Si vamos a empezar por el principio,<br />

hagámoslo bien. Resulta <strong>de</strong> que ese día<br />

fue muy largo y una cosa fue llevando a<br />

la otra. Todo empezó en la inauguración<br />

<strong>de</strong> un salón <strong>de</strong> un banco en un centro cultural<br />

<strong>de</strong> Recoleta. Yo estaba calmando<br />

los ánimos <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> gente que estaba<br />

enfurecida con la selección <strong>de</strong> artistas<br />

y <strong>de</strong> mientras, felicitaba a los que habían<br />

recibido premios y menciones. Ahí<br />

apareció alguien <strong>de</strong> la revista y me dijo <strong>de</strong><br />

que había que ir a San Telmo a ultimar algunos<br />

<strong>de</strong>talles, antes <strong>de</strong> la fiesta que allí<br />

íbamos a hacer nosotros, para festejar el<br />

fin <strong>de</strong> año. Se conoce que mucha gente<br />

que habíamos convocado para <strong>de</strong>sempeñar<br />

algunas tareas, no pudo llegar temprano<br />

y salimos <strong>de</strong> raje para allá.<br />

r | Sí, <strong>de</strong> eso me acuerdo; fui yo quien le<br />

avisó.<br />

A | Es verdad. También recordará que<br />

cuando llegamos, las promotoras <strong>de</strong> cerveza<br />

no daban a vasto con la <strong>de</strong>manda<br />

<strong>de</strong> los asistentes ya que la canícula hacía<br />

que la gente chupara como esponjas y<br />

que yo no fui la excepción. Hubo show <strong>de</strong><br />

teatro y <strong>de</strong>spués llegó el remate: Obras<br />

falsas hechas por algunos <strong>de</strong> nuestros<br />

asiduos colaboradores y obras auténticas<br />

<strong>de</strong> artistas muy conocidos, que nos hicieron<br />

la gauchada <strong>de</strong> donarlas. La obra<br />

más cara alcanzó una cotización <strong>de</strong> 300<br />

pesos y su autor fue el muchacho que hace<br />

esas casitas preciosas, todas chiquititas,<br />

don<strong>de</strong> a una le gustaría vivir. Tienen<br />

un nombre...<br />

r | ¿Maquetas?<br />

A | Sí, eso. Un caso curioso <strong>de</strong>l remate<br />

fue el <strong>de</strong>l artista que dice que es marciano.<br />

Habían obras falsas y verda<strong>de</strong>ras <strong>de</strong><br />

él. Las falsas se vendieron muchísimo<br />

más caras. Las falsificaciones eran tan<br />

buenas, que los originales parecían <strong>de</strong><br />

otro. La gente estaba <strong>de</strong>satada, pujaban<br />

para conseguir esas obras. Incluso el Fiscal,<br />

uno <strong>de</strong> los artífices <strong>de</strong> nuestra revista,<br />

me comentó que si no se recaudaba<br />

un mínimo establecido, se iba a ver obligado<br />

a volver a arbitrar partidos <strong>de</strong> rugby,<br />

cosa que ya había hecho en el pasado. A<br />

su lado estaba su mujer quien, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> un sorbo <strong>de</strong> cerveza, agregó que tuvo<br />

que <strong>de</strong>jar esa ocupación frente a las<br />

reiteradas quejas que suscitaban sus<br />

muy apretados pantaloncitos cortos (y <strong>de</strong><br />

este caso, con más <strong>de</strong>talle se pue<strong>de</strong>n enterar<br />

en fuenteturra@yahoo.com.ar<br />

r | Pero, ¿que pasaba con el dinero <strong>de</strong> lo<br />

que se recaudaba?<br />

A | Espérese, no se ponga impaciente.<br />

Como <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l remate todos nos íbamos<br />

a ver en la galería <strong>de</strong> al lado y todos<br />

ya estaban bastante más picados que yo<br />

por el alcohol, uno <strong>de</strong> los chicos me dijo:<br />

“diga, abuela, guar<strong>de</strong> la guita que usted<br />

está más entera.” Así que llegamos a la<br />

fiesta y yo tenía la plata en el corpiño. De<br />

ahí en más, todo lo que fue sucediendo en<br />

esa fiesta fue haciendo, poco a poco , que<br />

perdiera noción <strong>de</strong> lo que me habían confiado.<br />

Recuerdo vagamente que el otro <strong>de</strong><br />

los pilares <strong>de</strong> la revista, el artista conceptual<br />

manager, fue <strong>de</strong>svestido por un grupo<br />

<strong>de</strong> invitados en un acto que la misma víctima<br />

se encargó <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir como una “viejación”<br />

en vez <strong>de</strong> una vejación. Al igual<br />

que en el antiguo testamento, don<strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Noé es cubierta por uno <strong>de</strong><br />

sus hijos, en este caso fue una <strong>de</strong> las pibas<br />

<strong>de</strong>l boliche <strong>de</strong> Acuña <strong>de</strong> Figueroa y<br />

Guardia Vieja quien se encargó <strong>de</strong> tapar<br />

las partes pu<strong>de</strong>ndas <strong>de</strong>l viejado con la<br />

bombacha que ella traía puesta y se sacó<br />

para tal fin. Un gesto por <strong>de</strong>más noble si<br />

<strong>de</strong>jamos <strong>de</strong> lado el hecho <strong>de</strong> que antes<br />

enjugó la transpiración <strong>de</strong>l rostro <strong>de</strong> la víctima<br />

con dicha prenda.<br />

r | ¿Y el dinero?<br />

A | Ah, sí. Bueno, yo me fui dando tumbos<br />

como casi todos los asistentes <strong>de</strong> la<br />

festichola sin recordar que era <strong>de</strong>positaria<br />

<strong>de</strong>l encargo que me habían hecho y<br />

me fui a casa a buscar las valijas para salir<br />

corriendo a tomar el avión que estuve<br />

a punto <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r. No sabe cómo me<br />

rompí la cabeza pensando y pensando<br />

por qué tenía más plata <strong>de</strong> la que me había<br />

llevado en el mone<strong>de</strong>ro. Cuando recordé<br />

<strong>de</strong> don<strong>de</strong> la había sacado, ya me<br />

había gastado las tres cuartas partes.<br />

r | ¿ No le da vergüenza?<br />

A | Vergüenza es robar. Como hizo un galerista<br />

que fue a la inauguración <strong>de</strong> una<br />

pintora <strong>de</strong> apellido anglosajón en un museo<br />

nacional <strong>de</strong> Bellas Artes: a la artista,<br />

asidua concurrente a <strong>de</strong> la confitería <strong>de</strong><br />

Florida y Paraguay, mítico lugar <strong>de</strong> reunión<br />

<strong>de</strong> la flor y nata <strong>de</strong> nuestros creadores,<br />

los dueños <strong>de</strong>l establecimiento le enviaron<br />

tres cajas <strong>de</strong> sanguches <strong>de</strong> miga<br />

para agasajar a los invitados a la muestra.<br />

Como esta mujer estaba ocupada<br />

porque ella pensaba que su obra estaba<br />

en la sala <strong>de</strong> maestros <strong>de</strong>l siglo XIX cuando<br />

llegó la vianda, el dueño <strong>de</strong> una galería<br />

<strong>de</strong> nombre parecido a un marisco (la<br />

centolla, para más datos) se hizo pasar<br />

por apo<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> la expositora y se apartó<br />

una caja con cien sanguchitos para él<br />

antes <strong>de</strong> irse.<br />

r |Qué fácil es ver la paja en el ojo ajeno.<br />

Eso no la disculpa <strong>de</strong> haberse patinado la<br />

plata que tanto nos costó conseguir. Así<br />

nunca más la van a invitar a una fiesta.<br />

A | Se equivoca. Fíjese que me invitaron<br />

al cumpleaños número 40 <strong>de</strong>l joven artista<br />

que cotiza carísimo en los remates <strong>de</strong>l<br />

Norte y que tiene una beca con su nombre.<br />

Fue una fiesta preciosa. Lástima que<br />

esta chica, la que apareció en ese afiche<br />

famoso <strong>de</strong> los años ‘60, en el <strong>de</strong> “por qué<br />

somos tan geniales” no quiso ir. No sabe<br />

lo que se perdió.<br />

r | Por qué no quiso ir?<br />

A | Porque dice que ella no va a lugares<br />

que no sean <strong>de</strong> artistas. Por suerte los<br />

RRPP <strong>de</strong>l cumpleañero a él no le dijeron<br />

nada para no amargarlo, ya que estaba hecho<br />

un bombón que rajaba la tierra. No sabe<br />

cómo bailamos. Pensar que en principio<br />

iba a ser un pijama party, en homenaje a<br />

los colchoncitos que hicieran famoso al<br />

agasajado, pero la simple i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>la promiscuidad<br />

disuadió a los organizadores.<br />

r | ¿Ahí también se puso borracha como<br />

una cuba?<br />

A | No, nada que ver. Resulta <strong>de</strong> que al

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!