07.06.2014 Views

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

EXTERIOR | PAGINA 75<br />

Estilista<br />

En una peluquería cheta <strong>de</strong> Buzios florece el arte popular argentino<br />

HUGHES CRISTIAN DESMAZIERES. MURAL<br />

SUCURSAL PELUQUERÍA RUBÉN ORLANDO.<br />

BUZIOS. BRASIL<br />

Por Iván Calmet (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Brasil)<br />

En una distraída caminata turística<br />

me llamó la atención un mural pintado<br />

en la pared exterior <strong>de</strong> la peluquería<br />

que Rubén Orlando tiene en una<br />

cheta esquinita <strong>de</strong> Buzios.<br />

Acostumbrado a que el arte contemporáneo<br />

argentino me sorprenda poco, y viendo<br />

<strong>de</strong> golpe la simpleza honesta <strong>de</strong>l mural,<br />

soñado <strong>de</strong>seado y pensado por un<br />

coiffeur, me pregunté por qué la gran mayoría<br />

<strong>de</strong> nuestras producciones plásticas<br />

huelen a falta <strong>de</strong> sinceridad y fallecen ante<br />

una mínima exigencia <strong>de</strong> sentido (críticos<br />

y artistas que al confundir inconsistencia<br />

con neoconceptualismo y arte efímero,<br />

<strong>de</strong>smantelan o <strong>de</strong>gradan lo que no<br />

llegan a enten<strong>de</strong>r, rotulándolo tranquilizadoramente<br />

como non sens y prefieren las<br />

obvieda<strong>de</strong>s que supuestamente cuestionan<br />

lo político y lo social a la fuerza personal).<br />

Por oposición el mural <strong>de</strong> Rubén<br />

Orlando que permite concluir y evocar<br />

más que cualquier pieza <strong>de</strong> un premio salón.<br />

La carga temática <strong>de</strong>l mural es fresca y<br />

fluida, y lo sostiene inmune a falseda<strong>de</strong>s<br />

estéticas, pero más allá <strong>de</strong> su autenticidad,<br />

la obra me hacía intuir algo que no<br />

era ni pretencioso ni artificial, algo complejo<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar. Profundamente impregnado<br />

<strong>de</strong> pertinentes esencias populares<br />

y poco refinadas, el tema adhiere<br />

fuertemente las partes a la pared, dándole<br />

significado. La imitación, la copia y la<br />

apropiación propias <strong>de</strong> estos tiempos, no<br />

se hacen presentes.<br />

Para su realización Rubén Orlando eligió<br />

a Hugues Cristian Desmazieres, artista<br />

francés radicado en Brasil. Su realismo<br />

retratista efectista (<strong>de</strong> alma aerografiada),<br />

su técnica al estilo afiche <strong>de</strong> Bruce<br />

Lee, la paleta apastelada y un clima templado,<br />

sexy y pugilístico, se combinan<br />

con firmeza en esta enorme pintura realizada<br />

en noviembre <strong>de</strong>l año pasado.<br />

Rubén Orlando fuera <strong>de</strong> su patria, quiso<br />

homenajear a sus amigos que tanto extraña;<br />

que son para él "... los laburantes<br />

argentinos y caminantes <strong>de</strong> la calle, dueños<br />

<strong>de</strong> sus éxitos y <strong>de</strong> sus fracasos...".<br />

Sus protagonistas, dos símbolos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>porte,<br />

Monzón y Maradona, como actores<br />

para un duelo se aprestan a una pelea<br />

imposible, en la que la <strong>de</strong>sesperada lucha<br />

por sobrevivir <strong>de</strong>l naufragio <strong>de</strong> la pobreza<br />

y sus ansias <strong>de</strong> ganar los une y los<br />

enfrenta <strong>de</strong> espaldas con sus torsos brillantes<br />

y <strong>de</strong>snudos <strong>de</strong> bíceps inflados. El<br />

Diego, aquí boxeador, lleva su tatuaje <strong>de</strong>l<br />

Che (<strong>de</strong> fanatismo contradictorio) en el<br />

brazo <strong>de</strong>recho, y a Monzón resucitado se<br />

le inventa uno <strong>de</strong> Gar<strong>de</strong>l más atinado en<br />

el izquierdo. Entre sus espaldas se para<br />

el silencioso macho obelisco, y por <strong>de</strong>bajo<br />

se erecta sonámbulo un bandoneón<br />

<strong>de</strong>l Italpark tropical. Los negros, los marrones<br />

y los grises tan <strong>de</strong> Buenos Aires,<br />

por suerte están ausentes. El tango <strong>de</strong><br />

colores con la Boca en la calle Corrientes<br />

junto a los chomas, recrean la noche porteña,<br />

en la que sólo se permite como patrimonio<br />

cultural el Teatro <strong>de</strong> Revistas. Todo<br />

brilla por lustrado y transpirado, y los<br />

diamantes son lentejuelas. Nada <strong>de</strong> minas,<br />

sólo hombres, que juntos se entien<strong>de</strong>n<br />

mientras ellas ausentes se calientan<br />

con los <strong>de</strong>l Gol<strong>de</strong>n. Orlando estuvo a<br />

punto <strong>de</strong> incluir a Evita. Pero a pesar <strong>de</strong><br />

su <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> excluirla, un fuerte perfume<br />

peronista empalma la obra, <strong>de</strong>saturando<br />

los colores <strong>de</strong> las infancias chillonas<br />

<strong>de</strong> los retratados, regalando juguetes<br />

y resucitando en el matiz estilizado <strong>de</strong>l<br />

menemismo pastelito. Como si fuese<br />

Klemm o Gilbert o George, Rubén Orlando<br />

se hace retratar junto a los colosos <strong>de</strong><br />

su película, con su firma enorme, un tatuaje<br />

<strong>de</strong> Olmedo y una tijera en la mano.<br />

Algunos brasileros han interpretado el<br />

mural como una agresión, los locales<br />

querían pintados a Pelé y a Zenna. El<br />

mural es argentino y en él Maradona y<br />

Monzón visten guantes <strong>de</strong> box. El <strong>de</strong>l<br />

Diego está pintado como una pelota <strong>de</strong><br />

fútbol (textura <strong>de</strong> gajos blancos y negros).<br />

El objeto <strong>de</strong> la obra es homenajear <strong>de</strong>s -<br />

<strong>de</strong> la nostalgia, glorificando al peleador<br />

en su lucha por sobrevivir. Lo naif, lo<br />

heavy y lo absurdo se respiran en un ritmo<br />

tan coherente que lo turbio y violento<br />

<strong>de</strong> la biografía <strong>de</strong> los retratados <strong>de</strong>saparecen,<br />

y todo queda perdonado por la<br />

mirada <strong>de</strong>l amigo fiel. Esa i<strong>de</strong>a acrítica<br />

<strong>de</strong> la amistad tan argentina.<br />

El homenaje pop(ular) narrativo rioplatense<br />

que se pintó es un intenso licuado<br />

<strong>de</strong> frutas simulcop y pop <strong>de</strong> sabor único<br />

y argentinísimo; sólo posible, por ahora<br />

y espero que no por mucho tiempo, en el<br />

exilio. ¿Por qué será que saliendo <strong>de</strong> la<br />

jaula social <strong>de</strong> origen uno gana personalidad,<br />

se cura y se redime? ¿Qué maldición<br />

nacional nos confun<strong>de</strong> en la mediocridad?<br />

¿Serán la falta <strong>de</strong> orgullo, la inseguridad<br />

y el egoísmo? ¿Si nos soltaran<br />

a todos diezmados anónimamente<br />

en playas nudistas a lo largo <strong>de</strong> todo el<br />

mundo seriamos bellos e interesantes?<br />

Yo creo que sí. La mirada compatriota<br />

<strong>de</strong>l que tenemos al lado, queriéndolo o<br />

no, nos con<strong>de</strong>na.<br />

Pareciera que carecemos <strong>de</strong> arte popular,<br />

y la poca murga que nos llega es pura<br />

pobreza <strong>de</strong> espíritu. El pretencioso<br />

que siente que no tiene nada que apren<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>sprecia los intentos humil<strong>de</strong>s, infantiles<br />

<strong>de</strong>l arte por crecer en alguna dirección,<br />

y prefiere la copia rápida y vacía.<br />

La falta <strong>de</strong> ternura para con las cosas<br />

honestas que tenemos los argies,<br />

hace que se <strong>de</strong>sarrollen atrofias en las<br />

artes plásticas calificadas. No pretendo<br />

endiosar el mural <strong>de</strong> Rubén Orlando, pero<br />

su frescura es una salida <strong>de</strong> emergencia<br />

para evitar el embole. Como un cartel<br />

<strong>de</strong> cine promociona la otra cara <strong>de</strong>l<br />

barrio <strong>de</strong> Juanito Laguna, hasta ahora<br />

solo abordado felizmente por el talento<br />

<strong>de</strong> Marcia Schvartz y Pablo Suárez.<br />

Rubén Orlando y Hugues Cristian Des -<br />

mazieres crean algo que añoro ver en el<br />

arte argentino, lo popular sin perspectiva,<br />

plano y al frente como un mea culpa<br />

for export.<br />

Inconsciente pero preciso.<br />

(La reproducción <strong>de</strong> esta obra pue<strong>de</strong><br />

verse en www.cooltour.org/ramona)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!