diciembre de 2000/marzo de 2001 - Ramona
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EXTERIOR | PAGINA 75<br />
Estilista<br />
En una peluquería cheta <strong>de</strong> Buzios florece el arte popular argentino<br />
HUGHES CRISTIAN DESMAZIERES. MURAL<br />
SUCURSAL PELUQUERÍA RUBÉN ORLANDO.<br />
BUZIOS. BRASIL<br />
Por Iván Calmet (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Brasil)<br />
En una distraída caminata turística<br />
me llamó la atención un mural pintado<br />
en la pared exterior <strong>de</strong> la peluquería<br />
que Rubén Orlando tiene en una<br />
cheta esquinita <strong>de</strong> Buzios.<br />
Acostumbrado a que el arte contemporáneo<br />
argentino me sorprenda poco, y viendo<br />
<strong>de</strong> golpe la simpleza honesta <strong>de</strong>l mural,<br />
soñado <strong>de</strong>seado y pensado por un<br />
coiffeur, me pregunté por qué la gran mayoría<br />
<strong>de</strong> nuestras producciones plásticas<br />
huelen a falta <strong>de</strong> sinceridad y fallecen ante<br />
una mínima exigencia <strong>de</strong> sentido (críticos<br />
y artistas que al confundir inconsistencia<br />
con neoconceptualismo y arte efímero,<br />
<strong>de</strong>smantelan o <strong>de</strong>gradan lo que no<br />
llegan a enten<strong>de</strong>r, rotulándolo tranquilizadoramente<br />
como non sens y prefieren las<br />
obvieda<strong>de</strong>s que supuestamente cuestionan<br />
lo político y lo social a la fuerza personal).<br />
Por oposición el mural <strong>de</strong> Rubén<br />
Orlando que permite concluir y evocar<br />
más que cualquier pieza <strong>de</strong> un premio salón.<br />
La carga temática <strong>de</strong>l mural es fresca y<br />
fluida, y lo sostiene inmune a falseda<strong>de</strong>s<br />
estéticas, pero más allá <strong>de</strong> su autenticidad,<br />
la obra me hacía intuir algo que no<br />
era ni pretencioso ni artificial, algo complejo<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar. Profundamente impregnado<br />
<strong>de</strong> pertinentes esencias populares<br />
y poco refinadas, el tema adhiere<br />
fuertemente las partes a la pared, dándole<br />
significado. La imitación, la copia y la<br />
apropiación propias <strong>de</strong> estos tiempos, no<br />
se hacen presentes.<br />
Para su realización Rubén Orlando eligió<br />
a Hugues Cristian Desmazieres, artista<br />
francés radicado en Brasil. Su realismo<br />
retratista efectista (<strong>de</strong> alma aerografiada),<br />
su técnica al estilo afiche <strong>de</strong> Bruce<br />
Lee, la paleta apastelada y un clima templado,<br />
sexy y pugilístico, se combinan<br />
con firmeza en esta enorme pintura realizada<br />
en noviembre <strong>de</strong>l año pasado.<br />
Rubén Orlando fuera <strong>de</strong> su patria, quiso<br />
homenajear a sus amigos que tanto extraña;<br />
que son para él "... los laburantes<br />
argentinos y caminantes <strong>de</strong> la calle, dueños<br />
<strong>de</strong> sus éxitos y <strong>de</strong> sus fracasos...".<br />
Sus protagonistas, dos símbolos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>porte,<br />
Monzón y Maradona, como actores<br />
para un duelo se aprestan a una pelea<br />
imposible, en la que la <strong>de</strong>sesperada lucha<br />
por sobrevivir <strong>de</strong>l naufragio <strong>de</strong> la pobreza<br />
y sus ansias <strong>de</strong> ganar los une y los<br />
enfrenta <strong>de</strong> espaldas con sus torsos brillantes<br />
y <strong>de</strong>snudos <strong>de</strong> bíceps inflados. El<br />
Diego, aquí boxeador, lleva su tatuaje <strong>de</strong>l<br />
Che (<strong>de</strong> fanatismo contradictorio) en el<br />
brazo <strong>de</strong>recho, y a Monzón resucitado se<br />
le inventa uno <strong>de</strong> Gar<strong>de</strong>l más atinado en<br />
el izquierdo. Entre sus espaldas se para<br />
el silencioso macho obelisco, y por <strong>de</strong>bajo<br />
se erecta sonámbulo un bandoneón<br />
<strong>de</strong>l Italpark tropical. Los negros, los marrones<br />
y los grises tan <strong>de</strong> Buenos Aires,<br />
por suerte están ausentes. El tango <strong>de</strong><br />
colores con la Boca en la calle Corrientes<br />
junto a los chomas, recrean la noche porteña,<br />
en la que sólo se permite como patrimonio<br />
cultural el Teatro <strong>de</strong> Revistas. Todo<br />
brilla por lustrado y transpirado, y los<br />
diamantes son lentejuelas. Nada <strong>de</strong> minas,<br />
sólo hombres, que juntos se entien<strong>de</strong>n<br />
mientras ellas ausentes se calientan<br />
con los <strong>de</strong>l Gol<strong>de</strong>n. Orlando estuvo a<br />
punto <strong>de</strong> incluir a Evita. Pero a pesar <strong>de</strong><br />
su <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> excluirla, un fuerte perfume<br />
peronista empalma la obra, <strong>de</strong>saturando<br />
los colores <strong>de</strong> las infancias chillonas<br />
<strong>de</strong> los retratados, regalando juguetes<br />
y resucitando en el matiz estilizado <strong>de</strong>l<br />
menemismo pastelito. Como si fuese<br />
Klemm o Gilbert o George, Rubén Orlando<br />
se hace retratar junto a los colosos <strong>de</strong><br />
su película, con su firma enorme, un tatuaje<br />
<strong>de</strong> Olmedo y una tijera en la mano.<br />
Algunos brasileros han interpretado el<br />
mural como una agresión, los locales<br />
querían pintados a Pelé y a Zenna. El<br />
mural es argentino y en él Maradona y<br />
Monzón visten guantes <strong>de</strong> box. El <strong>de</strong>l<br />
Diego está pintado como una pelota <strong>de</strong><br />
fútbol (textura <strong>de</strong> gajos blancos y negros).<br />
El objeto <strong>de</strong> la obra es homenajear <strong>de</strong>s -<br />
<strong>de</strong> la nostalgia, glorificando al peleador<br />
en su lucha por sobrevivir. Lo naif, lo<br />
heavy y lo absurdo se respiran en un ritmo<br />
tan coherente que lo turbio y violento<br />
<strong>de</strong> la biografía <strong>de</strong> los retratados <strong>de</strong>saparecen,<br />
y todo queda perdonado por la<br />
mirada <strong>de</strong>l amigo fiel. Esa i<strong>de</strong>a acrítica<br />
<strong>de</strong> la amistad tan argentina.<br />
El homenaje pop(ular) narrativo rioplatense<br />
que se pintó es un intenso licuado<br />
<strong>de</strong> frutas simulcop y pop <strong>de</strong> sabor único<br />
y argentinísimo; sólo posible, por ahora<br />
y espero que no por mucho tiempo, en el<br />
exilio. ¿Por qué será que saliendo <strong>de</strong> la<br />
jaula social <strong>de</strong> origen uno gana personalidad,<br />
se cura y se redime? ¿Qué maldición<br />
nacional nos confun<strong>de</strong> en la mediocridad?<br />
¿Serán la falta <strong>de</strong> orgullo, la inseguridad<br />
y el egoísmo? ¿Si nos soltaran<br />
a todos diezmados anónimamente<br />
en playas nudistas a lo largo <strong>de</strong> todo el<br />
mundo seriamos bellos e interesantes?<br />
Yo creo que sí. La mirada compatriota<br />
<strong>de</strong>l que tenemos al lado, queriéndolo o<br />
no, nos con<strong>de</strong>na.<br />
Pareciera que carecemos <strong>de</strong> arte popular,<br />
y la poca murga que nos llega es pura<br />
pobreza <strong>de</strong> espíritu. El pretencioso<br />
que siente que no tiene nada que apren<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong>sprecia los intentos humil<strong>de</strong>s, infantiles<br />
<strong>de</strong>l arte por crecer en alguna dirección,<br />
y prefiere la copia rápida y vacía.<br />
La falta <strong>de</strong> ternura para con las cosas<br />
honestas que tenemos los argies,<br />
hace que se <strong>de</strong>sarrollen atrofias en las<br />
artes plásticas calificadas. No pretendo<br />
endiosar el mural <strong>de</strong> Rubén Orlando, pero<br />
su frescura es una salida <strong>de</strong> emergencia<br />
para evitar el embole. Como un cartel<br />
<strong>de</strong> cine promociona la otra cara <strong>de</strong>l<br />
barrio <strong>de</strong> Juanito Laguna, hasta ahora<br />
solo abordado felizmente por el talento<br />
<strong>de</strong> Marcia Schvartz y Pablo Suárez.<br />
Rubén Orlando y Hugues Cristian Des -<br />
mazieres crean algo que añoro ver en el<br />
arte argentino, lo popular sin perspectiva,<br />
plano y al frente como un mea culpa<br />
for export.<br />
Inconsciente pero preciso.<br />
(La reproducción <strong>de</strong> esta obra pue<strong>de</strong><br />
verse en www.cooltour.org/ramona)