El cambio de rol de madres solteras trabajadoras ... - Biblioteca USAC

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pero al final no quiso, me dijo que mejor nos fuéramos a vivir juntos y que me llevara a mi
hija, pero como no llegó tal vez por eso no acepté,” esta negativa por parte del anterior novio
de la informante fue la que hizo que desistiera de formalizar esa relación, donde la pretensión
de Sandra era sentirse segura de él, demostrándoselo con su presencia en la casa, a pesar que,
en palabras de Sandra le había propuesto matrimonio.
Lucía completamente convencida de quedarse como madre soltera indicó “ya no me
pienso casar, solo trabajar para mi hija y educarla para que sea alguien en la vida.” En base
a esta respuesta y complementándola con los cometarios realizados por ella anteriormente, es
quien más segura está de la decisión tomada, porque el fracaso vivido la hizo que dejara de
creer en la actitud de los hombres.
Dándole prioridad al futuro de la hija y cuestionándola bajo el supuesto si estuviera con
su esposo, señala que su vida sería “tendríamos más dinero para hacer más cosas, pero
prefiero no hablar de eso porque es una mala experiencia, no por mi hija sino por mi
marido.” En ella sí se da esa antipatía hacia el sexo opuesto, donde sus respuestas son tajantes,
sin titubear y al realizar los comentarios parecía hacerlos con cólera, resentimiento debido a
sus expresiones faciales puesto que fruncía ligeramente el entrecejo.
Se considera en este caso que Lucía resultó ser la informante más reservada en cuanto
al nivel se socialización, por lo que se deduce que su comportamiento es más conservador, por
lo que el fracaso en su relación la hizo adoptar esta actitud.
Yolanda, a la hora del trabajo de campo tenía novio, quien frecuentemente se llegaba a
quedar al cuarto alquilado por la informante. En los comentarios agregó que pretendía
formalizar una relación con el individuo, razón por la cual le permitía este compartimiento
informal, por ser novios solamente.
Yolanda mantenía el temor que si se diera el caso en que Mishel resultase en estado de
gravidez (por su corta edad), no sentía esa potestad de recriminarle a la hija tal acto, porque
reconocía el “mal ejemplo” (en palabras de Yolanda) que le estaba dando, puesto que por solo