El cambio de rol de madres solteras trabajadoras ... - Biblioteca USAC

81
todos [Yolanda, la hija, hermanos y la madre de Yolanda] y mi mamá no le decía nada
porque se enojaba él y esto no me gustaba a mí porque mi hija ya está grande y por
eso tuvimos varios problemas y cuando yo se lo decía a mi mamá ella decía que era
algo normal y a mí no me gustó…”
Al realizar este comentario la informante desvió la mirada para otro lado, lo que da la
pauta a pensar que estas actitudes por parte del padrastro eran constantes pero, al sentirse
imposibilitadas debido a que para la madre era “algo normal” prefirió cambiarse de casa
aunque esto implicara adoptar más responsabilidades, fue la mejor manera de alejarse del
problema.
Dentro de las historias de vida hasta ahora abordadas este es la segunda en el que se ve
la inmoralidad por parte de los hombres adultos que conviven en la misma casa de las
informantes, solo que en el presente caso Yolanda no realizó ninguna acción como la que hizo
Mari (denunciarlo con la policía). Si bien ella se preocupa por la seguridad de la hija, en lo que
concierne al aspecto personal no hizo referencia alguna, entonces dentro de esto resalta la
preocupación de las madres por el cuido de sus hijos, aunque la seguridad personal quede
relegada a un segundo plano; por otra parte el desconocimiento que muchas mujeres tienen
respecto al acoso sexual de la que son víctimas en la misma casa, este es causa de la no
denuncia hacia las entidades correspondientes, dado que esta es una de las manifestaciones
más evidentes de este tipo de violaciones en contra de la mujer y la niñez.
Aunado a lo anterior cabe mencionar que en ambos casos ellas prefirieron buscar
soluciones distintas pero tratando de no alterar el ambiente de la casa, los acontecimientos
dieron como resultado la fragmentación de la familia. Yolanda decidió cambiarse de casa,
mientras que Mari realizó la denuncia a la policía, pero según lo dicho, ni la madre de Yolanda
ni la hermana de Mari tomaron acciones en contra de los individuos, de lo que se deduce que
en ambos casos los hombres actuaban bajo el consentimiento de las parejas.
A partir del cambio de habitación que Yolanda adoptó, el cuidado de la hija no está
controlado por nadie, al no contar con el apoyo directo de la abuela, la hija se mantiene sola en