El cambio de rol de madres solteras trabajadoras ... - Biblioteca USAC

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gradualmente han tratado de retomar los espacios que se les han negado. Esto como resultado
del reconocimiento de los derechos que ha todo ser humano como ser social le confiere. A
pesar de que quienes han logrado reconocer estos espacios negados, han logrado trascender,
aunque la realidad nos muestra que el porcentaje aun es bajo, en contraste de quienes aun son
objeto de discriminación, explotación, violencia física y sexual entre algunos. La diferencia de
las primeras (las que reconocen y reivindican su condición de igualdad) es que la gran mayoría
son quienes han logrado tener un grado de escolaridad más alto, en contraste con quienes
poseen menos educación que por distintas causalidades solamente adquieren un aprendizaje
menor (aprender a leer y a escribir), es decir, el nivel primario.
En las maquilas de la Ciudad Capital y en el área metropolitana específicamente, (por
ser el estudio en cuestión), esa inequidad también es evidente, puesto que las mujeres quienes
trabajan en las maquilas constantemente son objeto de las diferentes formas de violencia,
siendo la más común la explotación laboral, no quedando exentas del resto, puesto que por su
condición de mujeres las hace más vulnerables en lo que respecta a la reproducción de esa
brecha de género que la sociedad ha instaurado y ha llegado a aceptar como aceptable.
La mano de obra femenina ha tomado un gran auge en todos los ámbitos de la sociedad
guatemalteca, esto debido a varios aspectos que caben resaltar; siendo uno de ellos la
independencia que han buscado con tal de romper con la brecha de género que se ha generado
en la sociedad. Por otra parte están quienes debido a la necesidad derivada del
resquebrajamiento de la economía guatemalteca y otros fenómenos como la responsabilidad
de llevar la jefatura de la familia, deben buscar los medios para generar los recursos
económicos que contribuya a la manutención del hogar, es así que,
“Si se toma en cuenta que el crecimiento más dinámico de la incorporación de la mujer
al mercado de trabajo se da entre 1981 y 1999, no cabe duda que factores como la crisis
económica, y los extraeconómicos derivados de la violencia, han tenido una fuerte influencia
en esta tendencia, dado que los incrementos de acceso han producido en algún sentido
trabajadoras agrícolas en unidades familiares sin remuneración. En estos cambios ha influido
también la apertura de la economía y sus efectos en sectores transables como el comercio y los