6Profesiones ejercidaspor Mujeres— ¿Usted trabaja, señora?— No señorita, yo soy ama de casa.— ¿Y Usted, señor?— Yo tampoco.— ¡Ah, también es ama de casa!La realidad laboral, como cualquier otra actividad social, se representa, fundamentalmente,a través de las palabras.A cada objeto, a cada acción, a cada emoción o situación corresponde una palabra.Es así que sabemos que existe <strong>el</strong> mar aunque <strong>no</strong> lo hayamos visto, que hay un estadoen <strong>el</strong> <strong>no</strong>rte que se llama So<strong>no</strong>ra, aunque <strong>no</strong> lo hayamos visitado e incl<strong>uso</strong>, mediant<strong>el</strong>a descripción de su geografía podemos imaginarlo y tener una idea bastante aproximadade cómo es.Las palabras <strong>no</strong>s dan cuenta de las características de la población, de sus rasgos físicos,de su niv<strong>el</strong> de vida, de sus habilidades y hasta de aspectos más inmateriales oabstractos como son su carácter o sus creencias.Por <strong>el</strong> contrario, lo que <strong>no</strong> se <strong>no</strong>mbra, aunque exista, pasa al terre<strong>no</strong> de lo invisible,de lo que <strong>no</strong> existe. Así, <strong>para</strong> mucha gente que nunca ha oído la palabra “aldorta”, porejemplo, lo que corresponde a esa palabra <strong>no</strong> existe y si le pidiéramos que <strong>no</strong>s representaraen un dibujo de lo que es aldorta, <strong>no</strong> podrían hacerlo. No podrían imaginara qué <strong>no</strong>s referimos ni tener una idea de lo que esa palabra significa. Sencillamente,<strong>para</strong> quienes nunca han oído hablar de la “aldorta”, la aldorta <strong>no</strong> existe.A muchas de las tareas y actividades de las mujeres les ha pasado eso durante muchotiempo. No se ha <strong>no</strong>mbrado su quehacer cotidia<strong>no</strong>. No se ha hablado d<strong>el</strong> trabajo que41
M A N U A L P A R A E L U S O N O S E X I S T A D E L L E N G U A J Erealizan. Han permanecido en <strong>el</strong> terre<strong>no</strong> de lo invisible, de lo que <strong>no</strong> existe. Así porejemplo, cuando a una mujer dedicada al trabajo d<strong>el</strong> hogar le preguntaban: ¿ustedtrabaja? La mujer respondía: No, yo soy ama de casa. Pues nunca se <strong>no</strong>mbraron lastareas domésticas como un trabajo.Por otro lado, al estar los trabajos remunerados, fundamentalmente ocupados porlos hombres, y haber sido <strong>el</strong>los los únicos que, por décadas, podían realizar estudiosuniversitarios, la realidad laboral y las titulaciones, lógicamente, correspondían almundo masculi<strong>no</strong> y así se <strong>no</strong>mbraba la existencia de ingenieros, doctores, directores,albañiles, conductores, antropólogos.Hoy día, tanto <strong>el</strong> mundo laboral como <strong>el</strong> universitario tienen una composición totalmentedistinta. Hay tantas mujeres con licenciatura como hombres y tantas doctorascomo doctores. Sin embargo, se sigue hablando d<strong>el</strong> mundo laboral y profesional enmasculi<strong>no</strong>. Esto tiene una clara y negativa repercusión en la representación de larealidad pues, <strong>para</strong> muchas personas, al <strong>no</strong> oír nunca la palabra ingeniera, tendránuna falsa idea de la realidad si piensan que éstas <strong>no</strong> existen. O si sólo se escucha lapalabra “director” se seguirá pensando que <strong>no</strong> hay ninguna mujer “directora” y suimagen d<strong>el</strong> mundo será distorsionada.Cuando <strong>no</strong>mbramos la realidad como es, conseguimos transmitir una idea exactade ésta. Si hablamos de las profesiones en femeni<strong>no</strong> estaremos ajustando nuestracomunicación, sea escrita o verbal, a la realidad, al mundo real y diverso en <strong>el</strong> quevivimos, donde hay mujeres y hombres que realizan actividades, que sufren, queestudian, que sienten y que comparten situaciones y sentimientos. Daremos pasoasí a que las personas puedan imaginar, co<strong>no</strong>cer y ubicarse en un mundo plural, en <strong>el</strong>mundo que existe y al que deben tener acceso. Un mundo con muchas más oportunidadesy alternativas si <strong>el</strong> <strong>uso</strong> irreal de la lingüística <strong>no</strong> invisibiliza más ni sanciona uoculta por más tiempo a las mujeres.“Las resistencias a feminizar una profesión o cargo nunca se sostiene en argumentacionesestrictamente lingüísticas, porque las resistencias <strong>no</strong> vienende la lengua, las lenguas su<strong>el</strong>en ser amplias y generosas, dúctiles y maleables,hábiles y en perpetuo tránsito; las trabas son ideológicas....” (Lledó,2002).NOMBRAR en femeni<strong>no</strong> las profesiones es por tanto, <strong>no</strong> sólo reco<strong>no</strong>cer que hay mujeresque trabajan en todas las profesiones que existen, si<strong>no</strong> también que las habili-42