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ANIVERSARIO DE “MANSABORÁ”(1991-2016)
Julio Lozano Lozano.
En el presente curso académico se cumplen 25 años del
nacimiento de la revista “Mansaborá”. Hace unos meses,
los profesores del centro, D. Juan-Antonio Cáceres Merino
y D. José-María Fernández Donaire me sugirieron que,
como creador y coordinador de la revista durante casi 20
años, aportase una colaboración para rendirle el merecido
homenaje. Ante tal sugerencia–petición, no he podido
negarme y debo reconocer que me agrada y me
enorgullece hablar de Mansaborá.
La edición del primer número fue una opción personal a
la que con posterioridad se sumaron otros profesores. D.ª
Carmen Puig Alcantud, Directora del Centro en 1991, su equipo directivo, el Consejo Escolar
y, posteriormente, el Claustro de profesores dieron el visto bueno para que el Centro pudiese
editar una revista escolar anual, en la que participasen profesores, padres y alumnos y que
a la larga se convirtiese en barómetro de la vida del centro. Desde su creación nos
planteamos unos objetivos que se han mantenido en sus veinticinco años de vida: ser el
cauce donde la comunidad educativa expresase libremente sus inquietudes, opiniones y
reflexiones; informar sobre la vida y actividades culturales y extraescolares del Centro;
ejercer el periodismo junto al resto de actividades literarias, artísticas o científicas; fomentar
y desarrollar actitudes y valores como la tolerancia, la solidaridad, la libertad, el espíritu
crítico, el trabajo en equipo, etc. Y, por último, incardinar las tecnologías de la información
y de la comunicación en el proyecto de elaboración de la Revista.
El nombre de la revista “Mansabora” fue también una decisión personal. En 1991, había
leído la publicación de Publio Hurtado Pérez: Leyendas y supersticiones extremeñas (1902),
reeditada por su nieto Artero Hurtado en 1989 y que contenía la Leyenda de la Mansaborá;
leyenda mágica y maravillosa que aludía la reconquista de la ciudad de Cáceres por Alfonso
IX en 1229: la doncella, hija del jefe militar almohade de la ciudad cacereña, que se enamora
del caballero cristiano y que le entrega las llaves de una de las puertas de la ciudad para
facilitar su reconquista por la huestes del monarca leonés (…). Esta leyenda me encantó,
me pareció preciosa y creí que “Mansaborá” podía ser un bello y digno nombre para nuestra
revista.
I.E.S. “Profesor Hernández-Pacheco”. Año 2016