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Revista Mansaborá 25 del IES Profesor Hernández-Pacheco de Cáceres
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¿POR QUÉ QUERÉIS QUEMAR LOS LIBROS DE RELIGIÓN, SI NO HAY<br />
LIBRO, POR MALO QUE SEA, QUE NO CONTENGA ALGO BUENO?<br />
Juan-Miguel Márquez Meneses.<br />
Profesor.<br />
Tuve un sueño, un mal sueño. Era yo Quijote, profesor de religión nada menos,<br />
orgulloso por ello y no menos loco por ejercer tal profesión en los tiempos recios que corren.<br />
Me encontraba feliz por verme vestido con saberes antiguos, del siglo primero para ser más<br />
exacto y poder así honrar en mis quehaceres a mi Señor, al que debo promesa. Y siendo así<br />
los hechos, vivía soñando en mis labores de andar por los caminos del alma, acompañando a<br />
esas criaturas de entre 11 a 17 años que aún están lejos de nuestras desventuras de llegar a<br />
fin de mes y de año; y también de la crianza de aquellos que la providencia nos ha puesto a<br />
nuestro cargo.<br />
De repente, creí despertarme entre gritos de alborozo y triunfo de los que por fin me<br />
habían quitado mis preciados libros de religión. Con ese descubrimiento que revoluciono al ser<br />
humano, dígase el fuego, querían reducir a cenizas palabras tan santas y sabias, y evitar así<br />
que fueran gustadas y aprendidas por mis alumnos. ¿Por qué aprovechan la noche para<br />
acometer dichos actos?¿Pesadilla soñada o despertar real? ¿Qué ocurría? ¿Cómo era posible<br />
que en Inglaterra los hijos del saber de Shakespeare estudiasen religión y aquí en la patria<br />
chica de San Pedro de Alcántara y tierra de conquistadores con Virgen de Guadalupe en pecho,<br />
se les privara de tal conocimiento a alumnos tan amantes del saber?<br />
¡Qué desventura¡ De nuevo andaré los caminos polvorientos de mi Mancha, enseñando<br />
como loco académico andariego sobre el conocimiento de Dios, palabra pronto prohibida.<br />
Pero tengo compañía. Mi Sancho está bien criado por no faltarle de nada, es realista cual<br />
los haya y muy prudente. Si hay molino, molino dice que es sin pretender engañar para<br />
contentarme. Es de poco soñar y bien vivir, de mejor hablar que hacer y de creer que el tiempo<br />
lo soluciona todo. ¡Con la Iglesia hemos topado amigo Sancho¡ Compañía preciada pero poco<br />
resolutiva. La Iglesia es poco amante de los pleitos y del ruido, aunque sea necesario en<br />
ocasiones. Pero a consolar mi pena acudió otra compaña. Nada más y nada menos que Miguel<br />
de Cervantes Saavedra, tocayo mío al cincuenta por ciento. A estas alturas de relato, no hace<br />
falta recordar que en los sueños todo es posible y que esto mismo es lo único que no nos<br />
podrán robar. Volví a oír sus palabras tantas veces leídas:<br />
“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los<br />
cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad,<br />
así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”.Pero, ¿y la libertad, Señor Miguel?<br />
Si son los padres de tan preciadas almas (y cuerpos), los que con bolígrafo en mano y<br />
libremente desean acercar a sus hijos al saber religioso. ” La pluma es la lengua del alma” –<br />
I.E.S. “Profesor Hernández-Pacheco”. Año 2016