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ENTRE MIS PÁGINAS
Lidia Cruz Pérez .3.º ESO ´B`.
- …Y fueron felices y comieron perdices.
- ¡No me gusta este cuento! – rechistó una joven Blancanieves – ¿Por qué la chica se tiene
que casar con un príncipe que ni si quiera conoce? Y, buag, qué asco, el príncipe le da un
beso en la boca. Además, no me creo que con un beso la chica se despierte de un sueño
eterno. ¿Y es que la joven no sabe que no hay que hablar con desconocidos? Porque, si a
mí una bruja me hubiera ofrecido una manzana, yo no la habría cogido, ni menos comido.
– Blancanieves, cariño, es un cuento – le respondió su padre – Y por favor, habla más
despacio.
– Pues me da igual que sea un cuento, no me gusta. Afortunada sea la joven que ha sido
rescatada por un príncipe azul – dijo Blancanieves con sorna – Y, además, no me parece
justo. ¿Qué hubiera pasado si hubiera sido fea? Apuesto a que la joven seguiría durmiendo,
aunque si hubiera sido fea…, no le habría pasado nada, porque claro, todas las chicas de los
cuentos son princesas guapas, con el pelo largo y deseosas de casarse con un príncipe.
- Pero Blancanieves, con lo joven que eres, ¿cómo has salido tan rebelde? Si tu madre te
hubiera visto, le habría dado un ataque al corazón- dijo el padre de Blancanieves recordando
a su difunta esposa.
- ¡Ah! Y sabes otra cosa, no me caen bien los siete enanitos.
- A ver, ¿qué han hecho ellos? Es que hija, no se te puede leer cuentos, mira que a todas
las niñas les gustan, pero se ve que tú eres diferente.
- ¡Pues sí! Es que papá, tratan a la chica como su sirvienta: les barre la casa, les hace las
camas, la comida, les lava la ropa… Mientras que ellos se van a trabajar a la mina. ¡Qué
injusto! Si yo fuese esa chica, me iría con ellos a la mina, ¡que es más divertido! O si no,
hubiera repartido las tareas, cada día alguien se quedaría en casa haciendo las cosas.
- Ya que estás cambiando todo, ¿cómo quedaría el cuento?
- Pues mira, empezaría así: Érase una vez una joven que se llamaba…
- ¡Blancanieves! Ya que va a ser tu cuento, ponle tu nombre a la protagonista – le
interrumpió su padre entusiasmado.
- Érase una vez una joven llamada Blancanieves, a quien le gustaba mucho ir de caza, es
más era la mejor cazadora del reino.
- ¿Cazadora? Blancanieves, eso es de chicos.
- ¡PAPÁ! ¡Retira lo que acabas de decir! ¿Por qué ella no puede cazar? Porque está mal visto,
¿no? Pues sabes que te digo, que peor es no hacer lo que te gusta, por seguir unos tontos
I.E.S. “Profesor Hernández-Pacheco”. Año 2016