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Revista Mansaborá 25 del IES Profesor Hernández-Pacheco de Cáceres
Revista Mansaborá 25 del IES Profesor Hernández-Pacheco de Cáceres
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estereotipos que lo único que hacen es poner obstáculos. Además, si va a ser mi cuento,<br />
déjame que lo haga como quiera, que no creo que haga daño a nadie.<br />
Todos los chicos la admiraban mientras que las chicas la repudiaban. Tanto la odiaban<br />
que una de ellas quiso matarla por pura envidia. Esta malvada joven mandó a su sirviente<br />
más ágil y veloz a la captura de Blancanieves. Pero ella no se dejó apresar, fue más rápida y<br />
fuerte que el cazador y consiguió huir. Aunque esto le llevó más de una herida y arañazo,<br />
pero a ella no le importó. A Blancanieves no le importaba su aspecto y llegó hasta tal punto<br />
que se cortó el pelo para poder correr por el bosque sin que le molestara y por no hablar de<br />
la vestimenta.<br />
Ella odiaba los vestidos largos y pesados, prefería las camisas sueltas y las calzonas,<br />
muchos le decían que una joven como ella no debía vestir así, pero ella pasaba de todo eso,<br />
porque la verdad, le importaba bien poco lo que los demás pensaran de ella. Le decían que<br />
así ningún príncipe la querría y ella contestaba airada: “Yo no quiero un príncipe que me<br />
salve, yo quiero ser quien me salve”.<br />
- Hija, ¿qué muchacha hoy en día viste así? Las que no tienen otra cosa que ponerse, será.<br />
- Mira papá, puede que hoy en día no haya ninguna joven que vista con ropa de chico, pero<br />
eso no significa que no se pueda, los avances de la sociedad se producen por personas que<br />
se salen de lo normal y piensan distinto sin miedo a ser juzgadas.<br />
- Por favor, hija, sigue narrando – respondió el padre a quien las palabras de su hija lo habían<br />
dejado impresionado.<br />
- Un día, Blancanieves, cuando iba andando por el bosque, se encontró con una casa en medio<br />
de un claro, se acercó a ver qué o quién había dentro. Se encontró con siete peculiares<br />
muchachos, cada uno con una personalidad distinta. La joven los llamaba “Los enanitos”. A<br />
uno de ellos le encantaba coser y no paraba de diseñar y confeccionar trajes para las chicas<br />
del pueblo. A otro le apasionaba la cocina y andaba todo el día entre fogones. En fin, cada<br />
uno hacía lo que le gustaba, sin tener en cuenta lo que los demás pensaban. La principal<br />
norma de esta casa era respetar la personalidad de cada uno.<br />
Por eso, cuando Blancanieves entró a vivir con ellos nadie la juzgó por sus gustos tan<br />
anómalos y distintos a los de las típicas chavalas de su época. A decir verdad, ella era quien<br />
mandaba en la casa y consiguió poner orden, porque por muy buenos que eran los muchachos<br />
ninguno de ellos tenía dotes de mando.<br />
Pero no nos olvidemos de la mujer que quería matar a Blancanieves. Tras el fracaso<br />
de su sirviente, fue ella quien se encargó directamente de acabar con su vida. Recurrió a la<br />
brujería y envenenó una manzana que dejó una noche en la ventana de la cocina de la casa<br />
de los enanitos. A la mañana siguiente cuando Mudito, el más madrugador, se despertó y vio<br />
la manzana la guardó en el frigorífico sin pensar en las fatídicas consecuencias. Cuando<br />
Blancanieves se despertó y vio la apetitosa manzana, no hizo otra cosa que comerla con gana.<br />
Al momento de morderla, la joven cayó desmayada y se dio un fuerte golpe en la<br />
cabeza. Los enanitos, al escuchar el estruendo en la cocina, fueron corriendo a ver qué pasaba<br />
y se encontraron a la muchacha tirada en el suelo con la manzana en la mano. Los chicos<br />
cogieron a Blancanieves y la llevaron en hombros a su lecho, estaban aterrorizados y no<br />
sabían qué hacer. Salieron los siete en busca de ayuda, como no, de un príncipe.<br />
I.E.S. “Profesor Hernández-Pacheco”. Año 2016