Germinacion-y-manejo-de-especies
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Al establecer varias especies de plantas anuales y perennes en una parcela, deben
considerarse los cambios estructurales del sistema en el tiempo y el espacio.
Algunos factores tales como requerimientos culturales de las especies
componentes al crecer juntas, su fenología y forma de crecimiento (sobre y bajo el
suelo), determinan las formas de manejo para todo el sistema, algunos ejemplos
de actividades culturales son las siguientes (Nair, 1985):
1) Introducir especies arbóreas en cultivos agrícolas anuales o potreros, en forma
simultánea o asincrónica (sucesionalmente), cuidando el espaciamiento para no
exceder el sombreo en las especies herbáceas y arbustivas.
2) Abrir brechas en bosques secundarios, de ancho y a intervalos convenientes,
dependiendo si se sembrarán especies demandadoras de luz como frutales, o
tolerantes a la sombra como el cacao y el café.
3) Introducir prácticas de manejo como el aclareo, raleo y la poda a fin de lograr
mayor penetración de la luz en la superficie del terreno y así poder sembrar
especies agrícolas seleccionadas entre las hileras de árboles. El grado de raleo o
poda depende de la densidad arbórea, de la estructura del dosel, entre otros.
4) Sembrar especies arbóreas seleccionadas en contorno sobre líneas
perpendiculares a la pendiente a diferentes disposiciones de siembra (hileras
únicas, dobles, alternadas) con diversas distancias entre las hileras. Los pastos
fijadores del suelo se establecen entre los árboles a lo largo del contorno. El área
entre las hileras se utiliza para las especies agrícolas.
La vegetación colindante con nuestra parcela agroforestal influye
considerablemente sobre el sistema y viceversa, pudiendo ser positivas o
negativas. Por ello, los bordes de parcelas vecinas colindando con nuestras
parcelas agroforestales, deben aclarearse, ralearse y podarse, aproximadamente a
una distancia igual a su altura como puede apreciarse en la figura 44 (a) y (b).
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