Germinacion-y-manejo-de-especies
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temperatura y la humedad con el fin de evitar la aparición de hongos y plagas. En
general, para las especies forestales el contenido de humedad debe variar entre
6% y 8%, y la temperatura de 1 a 5°C.
El tipo de semilla (ortodoxa, recalcitrante o intermedia) también influye en la
viabilidad. Las semillas ortodoxas pueden secarse a bajos niveles de humedad sin
dañarse. Su longevidad aumenta con la disminución del contenido de humedad y
la disminución de temperatura (Hong y Ellis, 2003). El contenido de humedad
óptimo varía, una manera sencilla de reducirlo consiste en colocar las semillas a
una temperatura de 15 a 19°C y exponerlas a una atmósfera de humedad relativa
(18%-20%) por un mes. Esto se logra usando una cámara de deshidratación
fresca o desecadora de campana de vidrio (Vázquez-Yanes, et al., 1999). Una vez
que las semillas se deshidratan, se almacenarse en tubos de cristal con un
material secante como sílica-gel. Las semillas secas deben colocarse en
contenedores o recipientes herméticamente cerrados y etiquetados. Las semillas
recalcitrantes no pueden secarse sin ser dañadas (Hong y Ellis, 2003) y no existen
tratamientos que prolonguen significativamente su longevidad (Schmidt, 2000). Su
vida útil es corta y va de semanas a algunos meses. Las semillas intermedias
sobreviven parcialmente secas.
Para el almacenamiento de las semillas, los laboratorios profesionales utilizan
frascos herméticos de cristal o metal, tubos de cristal cerrados a fuego y bolsas
gruesas de polietileno selladas a fuego dentro de sobres de papel aluminio.
Posteriormente, estas semillas pueden guardar en congeladores. En instalaciones
relativamente pequeñas, las semillas se pueden guardar en algodón y una
sustancia deshidratante dentro de recipientes de vidrio cerrados a fuego. Para
abrir los frascos es necesario permitir una elevación gradual de la temperatura y
extraen solo una porción de semillas para uso. Antes de plantar las semillas
almacenadas, éstas deben rehidratarse cuidadosamente (Vázquez-Yanes, 1999).
Primero, se ponen en contacto con una atmósfera fresca y ligeramente húmeda.
Luego se lavan o sumergen en agua para recuperar humedad. Finalmente, la
viabilidad de las semillas se comprueba considerando el porcentaje de
germinación en diferentes lotes. Un 30% de germinación, indica que las semillas
no se encuentran en buen estado.
El almacenamiento de semillas puede ser una alternativa económica para
individuos o comunidades. Por ejemplo; desde 1990, la Fundación Internacional
de Recursos Genéticos, Ecología Energía y Nutrición, se ha dado a la tarea de
impulsar la conformación de bancos de semillas comunitarios de semillas
(Ramprasad, 2007). Estos bancos funcionan de forma similar a los bancos
comerciales, pero las transacciones son con semillas. Los cuentahabientes se
asocian mediante el pago de una cuota fija anual de semillas y el banco las
almacena sin costo adicional. Las personas que usan los servicios del banco,
piden préstamos de semillas que retribuyen después de la cosecha, con el doble
de lo que se les prestó.