Germinacion-y-manejo-de-especies
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Baya
Baya típica
Pepénide
Hesperidio
Drupa
Pomo
Tabla 13.- Frutos carnosos
Es el tipo más común de los frutos carnosos. Su pericarpo puede ser
totalmente carnoso o bien presentar una cubierta dura o coriácea y contener
una o más semillas. Por ejemplo el jitomate y la papaya.
El pericarpo es esencialmente carnoso y el exocarpo forma sólo una pared
delgada. Son ejemplos la uva, el tomate, los frutos de las cactáceas y otros.
Es una baya con una cubierta dura. Se encuentran ejemplos en la sandía y la
calabaza.
Es una baya con una cáscara coriácea y separable, además de contar con
septos apergaminados. Podemos encontrar ejemplos en la naranja, toronja
y cítricos en general.
Es como una baya excepto porque el endocarpo o pared interna del fruto
está modificada formando una capa dura ósea (el “hueso”) que por lo
general encierra una sola semilla. El “hueso” del durazno, ciruela y cereza
entre otros, es la semilla completa con un tegumento pétreo y pardo.
En este el endocarpo es papiráceo o algunas veces duros, formando una
parte central, por lo general con varias semillas. Ejemplos característicos se
encuentran en la manzana, pera, membrillo, tejocote, y otros.
Existen algunos frutos que por su naturaleza se confunden con la semilla. Esto
ocurre con frecuencia con frutos secos e indehiscentes. Así por ejemplo, las pepas
del girasol no son semillas, sino frutos de tipo aquenio, tal como ocurre en la
mayoría de las plantas de la misma familia. Igual ocurre con los granos de los
cereales, trigo, maíz, centeno, arroz, etc., que también son frutos. Es como creer
que el hueso de frutos como el durazno, ciruela, chabacano, entre otros,
corresponde a la semilla cuando en realidad corresponde a la parte más interna
del fruto, la cual se vuelve pétrea y rodea a la semilla. Estos frutos se denominan
drupas, como ocurre con el almendro o la nuez del nogal. Otra confusión, no
menos frecuente es atribuir a las legumbres, como el garbanzo, lenteja, guisantes,
judías, etc., el calificativo de frutos, cuando en realidad se trata de semillas de un
fruto tipo legumbre (Tormo, 2000).
Tamaño y forma de las semillas
El tamaño de las semillas tiene una gran variación entre especies de plantas. No
obstante, su origen ontogenético (historia del desarrollo de un individuo) es muy
similar y con funciones bien definidas. La forma está determinada por el tipo de
óvulo de origen y por los patrones de crecimiento, desarrollo, diferenciación y
posición guardada dentro del fruto (Niembro, 1988). Los recursos de una planta
para producir semillas son limitados. Así se tiene que la planta produce un gran
número de semillas pequeñas o en un número menor de semillas grandes.
El número de semillas producido y su tamaño afectan la capacidad de
sobrevivencia y perpetuación de las especies. Por ejemplo, las plantas que
producen muchas semillas pequeñas se diseminan más ampliamente y tienen