Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Sobre la autora
De lo que hablamos
cuando hablamos
de feminismo
antiespecista
Nada más patriarcal que
comerse un animal
Juliana Granados
Filósofa de la Universidad Santo
Tomás. Docente del Instituto de
Estudios Superiores “Rosario Castellanos”,
de la Ciudad de México.
Integrante del Comité Editorial de
la Revista Latinoamericana de Estudios
Críticos Animales.
E-mail: sjmc6m@gmail.com
Cada día y con más ahínco en el
seno de las luchas feministas y
antiespecistas se populariza en calles,
redes sociales y academias, declaraciones
como: “Nada más patriarcal
que comerse un animal”. Este tipo de
sentencias obligan a abrir un debate
urgente sobre la evidente relación
que existe entre la violencia detrás
de un trozo de carne animal y aquella
que opera como arma más letal del
sistema patriarcal.
¿Pero qué es eso de feminismo antiespecista
y cómo es que se relaciona
el consumo de animales con la violencia
patriarcal? Para responder estos
interrogantes será necesario recordar
aquello que se ha erigido como la
identidad del hombre moderno.
Es durante la Modernidad y su misión
antropocéntrica que se construye un
paradigma muy particular de interpretar
al mundo, en donde el hombre se
autodefine como ser superior de toda
la naturaleza al estar dotado de la facultad
de razonar, lo que le permite
organizar su entorno en tanto ser totalizante
por excelencia. Este paradigma
moderno, que tiene orígenes desde la
época clásica 1 , describe que existen
1
Ha sido propia de la metafísica occidental
una cierta idea de jerarquización ontológica
según la cual todas las especies diferentes a la
especie humana son inferiores. Esto se explica
en tanto que, en la escala del ser, los animales
diferencias ontológicas entre humanos
y no humanos, estableciendo al
anthropos como el ser cuya inteligencia
le permitiría dominar a la naturaleza.
Incluso estas diferencias presuntamente
ontológicas se establecen
entre los mismos humanos: hombres
y mujeres. Dicho presupuesto fundamentó
la idea de que las segundas
son inferiores en capacidades.
Si el mito moderno es que el hombre
es aquel ser dotado de razón, idea reno
humanos carecen de racionalidad y, por tanto,
esos animales de otras especies pueden ser
subordinados y discriminados. Dos ejemplos de
esto se encuentran en Platón y Aristóteles. Para
el primero, teniendo en cuenta el grado de vicio
adoptado por un hombre, así mismo su alma
sería castigada adoptando naturaleza animal inferior.
Mientras que para el segundo, si bien los
animales participan de algunas características
compartidas con los hombres, como poseer un
telos, se mantiene la concepción de que los animales
estaban dados para su buen uso y servicio
del hombre.
55
Ilustración: @prettyuglytoons