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SALA DE TOGAS
como enfermedad, sino también las
alteraciones mínimas de ese equilibrio
que produzcan un malestar,
pero no precisen atención médica, ni
un mecanismo curativo, que pueden
integrar una lesión constitutiva de
falta. Esto nos conduce a la primera
consecuencia práctica: los pequeños
daños físicos o alteraciones morfológicas
ta les como equimosis, arañazos,
hematomas, etc., que curan
sin precisar atención médica, constituyen
una falta, y no el delito del
art. 420 del C. Penal.
¿Cuál es pues el ámbito propio del
delito y cual el de la falta?
De una interpretación literal, lógica,
sistemática, sociológica, en la
que se atienda al espíritu y finalidad
de la norma (art. 3 del Código Civil),
se extrae lo siguiente:
A) Para q ue una acción lesiva
adquiera la categoría de delito es
necesario que para su curación
requiera además de una primera
asistencia facultativa, un ulterior
tratam iento médico. Nótese que la
referencia a ese tratamiento es temporalmente
posterior a la asistencia
médica primaria, por ello la Fiscalía
sienta una primera consecuencia
de enorme relevancia: todos los
actos médicos aún curati vos, fijados
o practicados en dicha primera asistencia,
forman parte de ella y no
constituyen un tratamiento médico
diferenciado.
B) El tratamiento médico debe de
ser necesario para la curación,
"requieran" dice la Ley. El término
utilizado por el legislador no nos
parece el más acertado toda vez que
se presta a interpretaciones extensivas
proscritas por el derecho
penal moderno; nosotros alineándonos
con la postura mantenida por el
Consejo General del Poder Judicial
en su informe sobre el anteproyecto
de Ley entendemos que hubiera sido
más claro y delimitora usar la
expresión "exijan necesariamente".
Lo cierto es que la interpretación
correcta del término legal implica
en todo caso que el tratamiento
médico ha de ser necesario para la
curación, con lo que ha de excluirse
de este concepto los tratamientos
meramente sintomáticos, de higiene
o estética. y deben incluirse por contra
otros no farmacológicos como la
inmovilización. reposo, rehabilita ­
ción etc., siempre que sin ellos no
sea posible alcanzar el equili brio
anterior a la acción causante del
daño. Esta postura que es la seguida
por la Fiscalía. parece la más acertada
si se contempla desde los principios
informadores del ordenamiento
punitiv o. con especial referencia
al carácter fragmentario y de ''última
ratio'' del derecho penal. evitando
en lo posible una crim inalización
excesiv a de las conductas de
los ciudadanos.
Finalmente señalar que las prescripciones
dietéticas sólo se consideraran
tratamiento médico en la
medida en que necesariamente deban
observarse para la evolución
favorable y curación de las lesiones,
en palabras de la tan c itada circular
cuando sean dietas curativas. Nótese
que se p lantea así un nuevo problema
interpretativo: si lo prescrito
por el facultativo es por ejemplo,
una dieta blanda con la finalidad de
evitar molestias o dolores pero que
no incluye en la evolución curativa
de la lesión (como ocurre en las
inflamaciones de cardia producidas
por un fuerte puñetaño) ¿se considera
delito o falta?. La respuesta
entendemos que no es unívoca; si
sólo existió esa prescripción médica
el hecho en principio sería constitutivo
de falta salvo que se pudiera
incluir por las circu nstancias en
que se produce la agragación en
alguna de las modalidades del art.
421, con lo que sería un delito de
lesiones cualificado por los medios
comisivos o el resultado. Es precisamen
te en este pun to donde la Ley
parece más criticable, no por la
intención del legislador (que la consideramos
acertada), sino por la
defectuosa técnica legislativa que
utiliza y que sin duda planteará en
la práctica no pocas dificultades
como luego veremos.
C) En la misma línea argumental,
no pueden considerarse como asistencia
médica a efectos de la adición
a la primera, los actos destinados a
vigilar o comprobar el éxito o adecuación
de aquella o a complementarla:
retirada de vendajes, informe
de sanidad. o la retirada de puntos
de sutura, (circular 2/ 1990).
D) Por último téngase en cuenta
que por tratamiento quirúrgico se
entiende el que según la ciencia
médica lo es, lo sea de cirugía
mayor o menor, excluyéndose de él
las extracciones dentarias y las
sutun1.s.
Para mejor ocasión dejamos el
~mentario sobre quién ha de orden·ar
el tratamiento, apuntemos sólo
que la Ley dice que este ha de ser
médico, y por tanto una interpretación
literal excluirla aquellos prestados
u ordenados por titulados
intermedios (A.T.S. etc.) lo q ue está
en abierta contradicción con el espíritu
de la reforma y desconectado de
la realidad de la España actual y del
desarrollo y preparación de esos
profesionales de grado medio.
El art. 582: su remisión al 421
del Código Penal
En el párrafo primero in fine del
art. 582 nos encontramos con una
ex traña remisión al art. 421: " El que
... causare a otro una lesión que no
precise tratamiento médico o quirúrgico
o sólo exigiere la primera
asistencia facultativa será castigado
con la pena de arresto menor,
salvo que se trate de alguna de las
lesiones del art. 421 ". La calificamos
de extraña porque cuando el intérprete
acude a1 artículo remitido se
encuentra con que éste a su vez
comienza diciendo "Las lesiones del
articulo anterior ...", con lo que a
p rimera vista parece que se trata de
una remisión doble, art. 582-421-420,
más esta solución es ilógica a todas
luces: si el legislador define las
lesiones constitutivas de falta en el
art. 582, y esa conducta típica. es por
simple confrontación excluyente de
la definición de lesión como delito
que da el art. 420, es absurdo que por
el juego de las remisiones volvamos
a exigir los requisitos de éste. Eso
sería tanto como decir que aquellas
acciones lesivas que no precisen
tratamiento médico o quirúrgico o
sólo exijan una primera asistencia
(falta), se transforman en delito
cuando además de producirse por
los medios comisivos del art. 421.1 y
3 o con el resultado del art. 421.2,
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