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isla-interior-angel-santiesteban-prats

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setecientos kilómetros para verlo. Cuando nos encontramos<br />

no podía creerlo, solo me abrazaba y reía feliz. Estuve varias<br />

horas en su apartamento y recorrimos el poblado. Tenía una<br />

paranoia constante: la Seguridad del Estado le revisaba el<br />

apartamento. Dejaba marcas en la puerta para saber cuándo<br />

entraban, eso me decía.<br />

Después, cuando abrí el blog y comencé a ser un enemigo<br />

público del régimen, le dediqué un post, quería defenderlo,<br />

exigir la atención que él merecía. Por ese entonces el<br />

Instituto Cubano del Libro, con el talibán de Iroel Sánchez<br />

al mando, entregaba computadoras por toda la <strong>isla</strong> a<br />

supuestos escritores, mediocres y oportunistas, que el único<br />

camino que tenían para que los llamaran creadores era<br />

hacerles el juego al sistema, por supuesto, puros<br />

mercenarios sin obra, que ganaban puntos por sus<br />

“defensas” a la revolución, y los funcionarios los<br />

proveyeron de equipos y acceso a Internet para que le<br />

salieran al paso a cualquier crítica que se le hiciera a la<br />

dictadura. Entonces llamé la atención de que deberían darle<br />

una de esas computadoras a Ibrahim Doblado, creador de<br />

verdad, con obra reconocida, que en las noches tenía que<br />

suplicar al Custodio del Joven Club de Computación, para<br />

que le permitiera la entrada a la sala de informática y así<br />

poder digitalizar sus textos.<br />

Días después Ibrahim pasó por la casa, como era<br />

costumbre, muy asustado, y con miedo evidente,me hizo<br />

saber que una escritora argentina residente en nuestro país<br />

le había enseñado mi post impreso, le dijo que yo no era su<br />

amigo puesto que le buscaba conflictos con las autoridades.<br />

Que yo era un contrarrevolucionario y no debería visitarme<br />

más para evitar complicaciones. Supongo que él escuchara<br />

en silencio, sin poder evitar el temor que les inyectaron a<br />

todos los creadores de su generación.<br />

En las ocasiones que nos encontramos después, no volvió<br />

a tocar el tema, aunque tampoco sentí que disminuyera su<br />

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