Hacia una fenomenología del lenguaje iconográfico - CIAF
Hacia una fenomenología del lenguaje iconográfico - CIAF
Hacia una fenomenología del lenguaje iconográfico - CIAF
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
pillaraje y toda fuerza contraria a la voluntad <strong>del</strong><br />
bien es Lex Luthor. Este personaje encarnado<br />
por actores de reconocido nombre en la sociedad<br />
cinematográfica, se posa en las laderas de <strong>una</strong><br />
ciudad aparentemente regulada por los designios<br />
salvíficos de Superman, pero rodeada de un<br />
apocalíptico ritual maléfico donde de la pequeñez<br />
de un hombre (Luthor) hace temblar al<br />
portentoso hombre de acero con la famosa<br />
“Kriptonita”. El mal toma forma, sustancia y se<br />
despliega en el espacio/tiempo para condenar a la<br />
humanidad. La maldad de Luthor va de la mano<br />
con su astucia. Y es en este punto donde el nuevo<br />
rol <strong>del</strong> villano toma otras conductas cognitivas e<br />
intelectuales, si se quiere, porque el villano piensa,<br />
diseña, reflexiona y concibe planes tan<br />
“perfectos”, que fallan por actos iguales o más<br />
perfectos que la idea maniquea <strong>del</strong> acabose<br />
heroico: ―En su superioridad, el intelectual planea, no se<br />
"pega" a la realidad (la realidad es la tierra, mito<br />
ambiguo que significa a la vez la raza, la ruralidad, la<br />
provincia, el buen sentido, lo oscuro innombrable, etc.) 54 ‖<br />
va más allá de la reiterada paliza que siempre le<br />
propina el héroe al villano; va más allá <strong>del</strong><br />
mundo, porque quiere conquistar el mundo; la<br />
inteligencia <strong>del</strong> villano siempre por encima de la<br />
sociedad, pues busca lo que ningún hombre<br />
contempla: derrotar al héroe en franca lid.<br />
¿Qué sería <strong>del</strong> héroe sin el villano? La pantalla<br />
cerraría sus ojos y Batman, Neo, Ironman, Flash,<br />
Los Magníficos, vivirían <strong>una</strong> vida aburrida sin<br />
retos. Este último aspecto, el <strong>del</strong> reto, acaece en<br />
las huestes de la ilusión fabulada sobre la<br />
finalización <strong>del</strong> combate, como aporía continua<br />
de victorias inconclusas, puesto que el villano<br />
siempre se levanta para seguir dando la pelea:<br />
―Donde antes contendían la vida y la muerte se manifiesta<br />
ahora un ser perdurable, tan indiferente a los accidentes<br />
<strong>del</strong> tiempo como el agua que hierve en un recipiente lo es al<br />
destino de <strong>una</strong> burbuja, o como lo es el cosmos a la<br />
aparición y desaparición de <strong>una</strong> galaxia 55 ‖. El villano<br />
como simbología <strong>del</strong> reto es inmanente al tiempo<br />
narrativo dibujado para publicar las gestas y<br />
epifanías de <strong>una</strong> suerte de personajes recreados<br />
54<br />
BARTHES, Roland (1999). Mitologías. Siglo XXI.<br />
Madrid. Pág. 112<br />
55<br />
CAMPBELL, Joseph (1958) El héroe de las mil caras.<br />
Fondo de Cultura de Económico. México. Pág. 24<br />
EL LENGUAJE ICONOGRÁFICO: MITOLOGÍAS EN LA ERA DIGITAL<br />
21<br />
para hacer de nuestro destino <strong>una</strong> oda al éxito<br />
alcanzable, un tributo ritual a contraposición de<br />
los buenos contra los malos. Ambos bandos<br />
compiten en <strong>una</strong> carrera desaforada por vencer al<br />
otro, ambos conjuntos de personas, situaciones e<br />
ideas chocan entre si, como un Big Ban<br />
antropocéntrico digno de posar en la pantalla; es<br />
el mito la forma de hablar <strong>del</strong> monumental<br />
evento, aunque el lugar, el espacio y los<br />
escenarios sufran las consecuencias de esos<br />
poderíos encontrados.<br />
Otra dimensión mitológica sobre el villano tiende<br />
a los lugares en función de las estéticas. Cada vez<br />
que la palabra “mal” o “diabólico” se menciona,<br />
pensamos en las cavernosas profundidades de<br />
<strong>una</strong> oscuridad indefinible, donde la mímesis de<br />
las figuras se funde con la insoportable<br />
intranquilidad de no conocer el maremagno<br />
figurativo más allá <strong>del</strong> velo negro. Los escenarios<br />
de ultratumba tomaron la pantalla<br />
cinematográfica para aterrar a la audiencia, o<br />
quien no recuerda a los muertos vivientes de<br />
Romero, las calles tétricas en inseguras de ciudad<br />
Gótica o las mazmorras putrefactas de los<br />
hechiceros. Son escenarios dispuestos para <strong>una</strong><br />
estética <strong>del</strong> villano.<br />
En un primer momento el lugar o la locación<br />
(nicho natural <strong>del</strong> Villano) es representado con<br />
colores totalmente contrarios a los <strong>del</strong> héroe, el<br />
rojo o el azul celeste se cambia por marrones,<br />
azules oscuros y negros, donde las gabardinas, las<br />
grandes capas y los disfraces fantasmagóricos<br />
materializan a ese personaje como <strong>una</strong> entidad<br />
capaz de “asesinar” en cualquier momento,<br />
“atacar” intempestivamente o “herir” sin el<br />
menor recelo. Los antivalores asociados al<br />
villano, son evocados mediante la espesura de la<br />
frialdad y el peso incoloro de <strong>una</strong> monocromía en<br />
grises, negros y matices opacos, donde el<br />
contraste con el rojo de la sangre operan en el<br />
seno <strong>del</strong> miedo de dejar de existir cuyas ―(…)<br />
terribles mutilaciones son vistas entonces sólo como<br />
sombras de <strong>una</strong> inmanente e imperecedera eternidad 56 ‖ <strong>del</strong><br />
villano cual antítesis <strong>del</strong> héroe. Los escenarios<br />
cavernosos y solitarios se abren de par en par, no<br />
56 BARTHES, Roland (1999). Mitologías. Siglo XXI.<br />
Madrid. Pág. 24