27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[742]<br />

706 <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Patriarcas</strong> y <strong>Profetas</strong><br />

sumo sacerdote, que pasó al linaje <strong>de</strong> Sadoc. A Joab y Adonía se<br />

les perdonó por el momento, pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> David<br />

sufrieron la pena <strong>de</strong> su crimen. La ejecución <strong>de</strong> la sentencia en<br />

la persona <strong>de</strong>l hijo <strong>de</strong> David completó el castigo cuádruple que<br />

atestiguaba el aborrecimiento en que Dios tenía el pecado <strong>de</strong>l padre.<br />

Des<strong>de</strong> <strong>los</strong> mismos comienzos <strong>de</strong>l reinado <strong>de</strong> David, uno <strong>de</strong> sus<br />

planes favoritos había sido el <strong>de</strong> erigir un templo a Jehová. A pesar<br />

<strong>de</strong> que no se le había permitido llevar a cabo este propósito, no había<br />

<strong>de</strong>jado <strong>de</strong> manifestar celo y fervor por esa i<strong>de</strong>a. Había suplido una<br />

gran abundancia <strong>de</strong> <strong>los</strong> materiales más costosos: oro, plata, piedras<br />

<strong>de</strong> ónix y <strong>de</strong> distintos colores; mármol y las ma<strong>de</strong>ras más preciosas.<br />

Y ahora estos tesoros <strong>de</strong> valor incalculable, reunidos por David,<br />

<strong>de</strong>bían ser entregados a otros; pues otras manos que las suyas iban a<br />

construir la casa para el arca, símbolo <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> Dios.<br />

Viendo que su fin se acercaba, el rey llamó a <strong>los</strong> príncipes <strong>de</strong><br />

Israel y a hombres representativos <strong>de</strong> todas las partes <strong>de</strong>l reino, para<br />

que recibieran este legado en calidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>positarios. Deseaba hacerles<br />

su última recomendación antes <strong>de</strong> morir y obtener su acuerdo<br />

y su apoyo en favor <strong>de</strong> esta gran obra que había <strong>de</strong> llevarse a cabo. A<br />

causa <strong>de</strong> su <strong>de</strong>bilidad física, no se había contado con que él asistiera<br />

personalmente a esta entrega; pero vino sobre él la inspiración <strong>de</strong><br />

Dios y con aun mayor medida <strong>de</strong> fervor y po<strong>de</strong>r que <strong>de</strong> costumbre<br />

pudo dirigirse por última vez a su pueblo. Le expresó su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />

construir el templo y le manifestó el mandamiento <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> que<br />

la obra se encomendara a Salomón, su hijo. La promesa divina era:<br />

“Salomón, tu hijo, él edificará mi Casa y mis atrios; porque a este<br />

he escogido por hijo, y yo seré para él padre. Asimismo yo confirmaré<br />

su reino para siempre, si él se esfuerza en poner por obra mis<br />

mandamientos y mis <strong>de</strong>cretos, como en este día”. “Ahora, pues -dijo<br />

David-, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> todo Israel, congregación <strong>de</strong> Jehová, y <strong>de</strong> nuestro<br />

Dios que nos escucha, guardad y observad todos <strong>los</strong> preceptos <strong>de</strong><br />

Jehová, vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la <strong>de</strong>jéis<br />

en herencia a vuestros hijos <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vosotros perpetuamente”.<br />

Véase 1 Crónicas 28, 29.<br />

David había aprendido por su propia experiencia cuán duro es el<br />

sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l que se aparta <strong>de</strong> Dios. Había sentido la con<strong>de</strong>nación <strong>de</strong><br />

la ley quebrantada, y había cosechado <strong>los</strong> frutos <strong>de</strong> la transgresión;<br />

y toda su alma se conmovía <strong>de</strong> solicitud y ansia <strong>de</strong> que <strong>los</strong> jefes

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!