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SONIDO OCTOFÓNICO - Magnum Astron

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—Es cierto –asintió el Guía terrestre y agregó:<br />

—En el espacio aún se agita la turbulencia que dejó el error: —Entre las órbitas de<br />

Marte y Júpiter deambulan rocas y asteroides, patética huella de un pasado violento<br />

que confirman este lamentable acontecimiento.<br />

—Ya sé —repuso. Sabium, —porqué los terrestres, a lo largo de toda su historia, han<br />

sentido sed de oro. ¡Obvio!... venían de un planeta dorado por excelencia.<br />

En cambio, en la Tierra, sólo consiguieron ese metal a costa de sangre y muerte, para<br />

luego lucirlo con arrogancia y miedo. Afortunadamente la historia terminó.<br />

MATRIMONIO A LA VISTA.<br />

Mientras los mayores conversaban sobre pretéritas edades, en el mundo de los niños,<br />

oh, no… no tan niños:<br />

Han pasado 11 años y Dylan tiene 23, Galaxia 19 y Matilda 17. Los perfuma la edad<br />

florida.<br />

Devolvamos unas páginas en la historia y transportémonos, por allí a la época del<br />

egomundo, cuando Dylan y Galaxia se conocieron.<br />

Recordemos la tremenda ansiedad de la niña por ver nuevamente a sus amiguitos. Tal<br />

actuación había acelerado a Titanio a recoger a los Sabium´s esa misma noche. Un<br />

acto providencial que los salvó de un encuentro con la muerte.<br />

Bien. Lo importante aquí, es saber que Galaxia sintió algo más que una simple<br />

ansiedad. Más adelante, en el viaje a la Luna, el primer piropo que Dylan lanzara<br />

filosamente a una mujer (¿Tu Mami es tan bonita como Tu?), brotaba de los más<br />

intrincados laberintos de su corazón.<br />

Cupido, sin respetar edades, había utilizado su arma certera para despertar en ellos un<br />

fuego intenso de ternura y cariño: ¡Fue un amor a primera vista!<br />

Nunca expresaron nada, pero sus miradas lo decían todo. Sabium y Titanio bien lo<br />

sabían. Celesta también lo consentía. En esta oportunidad se llegó la hora de arreglar<br />

ese problema.<br />

¡Y sí hubo un problema! Tal vez insalvable. Una barrera impenetrable se interponía<br />

entre sus cuerpos:<br />

Seres del cuarto estado evolutivo no podían tener contacto íntimo con seres del tercer<br />

mundo. Ello significaba degradación y castigo.

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