You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
egenerador, para luego devolverlos a la atmósfera en forma de oxígeno y gases<br />
inertes.<br />
De no haber sido así, los vapores energéticos plagados de rayos gama habrían<br />
repercutido de un modo catastrófico sobre la masa genética de los vivientes.<br />
Recordemos que a cada terrícola le correspondían cinco mil toneladas de dinamita<br />
para su segura destrucción.<br />
Los extraterrestres salvaron de una muerte lenta y cruel a todas las criaturas existentes<br />
en la Tierra. De esta ayuda los hombres no se percatarían hasta pasados varios días.<br />
Sabium no fue despertado del tratamiento a que era sometido hasta el día siguiente.<br />
Titanio sabía que, en esos momentos la mejor ayuda que podía brindar a los hombres<br />
era mantener al gran sabio vivo y con todas sus energías físicas e intelectuales<br />
acumuladas.<br />
Durante el día los niños fueron sometidos a tratamientos similares. Ellos debían apoyar<br />
a su padre, alentándolo en las decisiones que debía tomar, para salvar a su mundo de<br />
la hecatombe final. En esta forma la familia Sabium se encontraba en un profundo<br />
sueño tranquilizante y reparador. Realmente era lo mejor.<br />
Regresar a la Tierra en esas circunstancias significaría un peligro inminente para sus<br />
vidas, serían presos de la confusión y el miedo que allí reinaban.<br />
Cualquier gobernante o caudillo que tratara de aplacar con su voz a las turbas que<br />
aullaban de pánico y terror, equivaldría a tratar de calmar el furor de una tempestad<br />
interponiéndole un pañuelo.<br />
Sabium, a la hora propicia, sería despertado y orientado para poder dirigir a sus<br />
hermanos.<br />
BREVE COMENTARIO<br />
La desintegración atómica constituye una reacción en cadena. Igualmente los sistemas<br />
electrónicos y servomecanismos, que gobernaban el material bélico destinado por los<br />
hombres para su autodestrucción, se activaron en cadena.<br />
Las bombas que destruyeron a Hiroshima y Nagasaki, en la segunda guerra mundial,<br />
eran armas de juguete comparadas con las bombas mega-asesinas de las primeras<br />
décadas del tercer milenio. Su poder de destrucción se había multiplicado por mil.<br />
11 bombas atómicas hicieron blanco. La mayoría en zonas militares y no en ciudades.<br />
Sus efectos terroríficos dieron origen a la confusión de indefensos seres. Enloquecidos<br />
e incontrolados que huyeron hacia los campos.