DE LA SIERRA A LA CAPITAL - La Casa de Panchita
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<strong>LA</strong> SALUD: <strong>de</strong>recho violado<br />
Elena<br />
Tiene 23 años. Su idioma materno es el quechua; aprendió castellano a los 14 años,<br />
cuando vino a Lima. Quería conocer la capital porque había escuchado a sus parientes<br />
hablando sobre eso. Su tía la trajo a Lima; estuvo trabajando 2 años con ella, quien le<br />
enseñó el castellano y la puso al colegio. Nunca antes se había separado <strong>de</strong> su mamá y<br />
quiso regresar con ella pero su tía la hizo quedar; en su pueblo tendría que casarse joven<br />
y tener hijos y ya no habría la posibilidad <strong>de</strong> estudiar. En su lugar <strong>de</strong> origen había cursado<br />
el 1° <strong>de</strong> educación primaria, pero abandonó la escuela porque no le interesaba. En Lima<br />
tuvo que empezar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese mismo grado; ahora ya está en 3° <strong>de</strong> secundaria. Extraña<br />
mucho a su tierra, su familia y la comida <strong>de</strong> allá, pero ya se acostumbró a Lima. Le gusta<br />
estudiar y quiere salir a<strong>de</strong>lante en su vida. En los trabajos don<strong>de</strong> ha estado siempre la han<br />
tratado bien.<br />
Viviana<br />
Tiene 17 años. En su familia hablan quechua, ella aprendió castellano a los 14 años, en<br />
Lima. Tenía un padre violento que pegaba mucho a su madre. Cuando ella era pequeña<br />
les robaron todos los animales y hasta ahora siguen sin recuperarse económicamente;<br />
apenas si tienen para subsistir. Antes <strong>de</strong> venir a Lima ella había trabajado poco tiempo en<br />
casa, en una ciudad cercana a su pueblo, don<strong>de</strong> la golpeaban hasta sangrar. Su mamá la<br />
recogió <strong>de</strong> ese empleo, para volver a casa. Cuando su padre falleció, su madre no podía<br />
mantener a sus 7 hijos y un tío llevó a Viviana y sus dos hermanitos a vivir en Lima. Ella,<br />
con 14 años, era la mayor y cuidaba a sus hermanitos en la casa <strong>de</strong>l tío, hasta que ya no<br />
aguantó el maltrato. Entonces, entró a trabajar en una casa que le recomendó una compañera<br />
<strong>de</strong>l colegio pero la trataban muy mal y solamente se quedó algunas semanas. Ha<br />
encontrado mucho maltrato por lo que siempre sentía miedo <strong>de</strong> que le pudiese ocurrir<br />
algo malo, aunque ahora ya está un poco mejor, menos insegura. Ya se acostumbró a<br />
Lima. Encontró un trabajo don<strong>de</strong> le pagan bien aunque la gritan y la hacen trabajar<br />
<strong>de</strong>masiado. Quisiera viajar a ver su mamá pero el tío, que todavía la controla, dice que no<br />
la <strong>de</strong>jará viajar hasta que tenga 20 años. Está estudiando 3° <strong>de</strong> secundaria. No tiene<br />
muchos planes para el futuro, aunque dice que le gustaría ser costurera. Está en duda si<br />
quedarse en Lima o volver a vivir a su tierra con su madre.<br />
Esther<br />
Tiene 20 años. En su familia se comunican en quechua y castellano pero ella no sabe<br />
mucho quechua; no le hacía caso a su mamá cuando le enseñaba y le da vergüenza<br />
hablar quechua. Esther cuenta que era una niña muy engreída, sus padres la apoyaban en<br />
todo pero ella no tomó interés en sus estudios y <strong>de</strong>saprobó el año escolar. Como castigo,<br />
sus padres la enviaron a Lima para que aprendiese lo que es trabajar y que las cosas no<br />
vienen gratis. En Lima le <strong>de</strong>sagradó la contaminación y la alimentación; se enfermó y<br />
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