DE LA SIERRA A LA CAPITAL - La Casa de Panchita

Eran personas malas donde trabajé, porque me maltrataban físicamente.
Ellos me pegaban, me mandaban de patadas, no me daban
de comer y no me dejaban dormir tranquila, porque me pedían
una cosa, otra cosa y tenía que levantarme. Yo me sentía muy mal.
Como yo no soy de aguantar tanto tiempo, me escapé;
salté del tercer piso, me llené de valor. ¡Y me escapé sin conocer
por qué me tenían encerrada! En esa casa me quedé dos meses.
(Tania, 19 años, 3 o de educación secundaria)
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Salud laboral
INTRODUCCIÓN
Esta historia no es del cuento Cenicienta, es una historia de la vida real. Es apenas un
ejemplo de la situación de las aproximadamente 300 000 personas que trabajan en
casa, 1 en Lima. La mayoría son mujeres, muchas de ellas niñas o adolescentes 2 que han
migrado de la sierra o de la selva y que sufren o han sufrido algún tipo de maltrato 3 .
Si bien generalmente las niñas y adolescentes llegan a Lima por propia decisión, es también
común que los padres envíen a su hija pequeña a la ciudad, sin tomar en cuenta su
opinión. Tienen la esperanza de que ella gane dinero para ayudar a la familia en el campo
y que acceda a estudios para asegurar su futuro. Estas niñas y adolescentes llegan a
Lima con madrinas 4 , tíos, primos, amigas y hasta con personas desconocidas que van a
las provincias más pobres con la intención de conseguir servicio doméstico. 5
El encuentro con la ciudad es duro y penoso. La mayoría de estas niñas y adolescentes
-que llegaron esperanzadas y decididas a salir adelante en la vida- se encuentran con una
1 Al trabajo en servicio doméstico en Perú se le denomina también "trabajar en casa".
2 Adams, N. Los caballos de Troya de los invasores. Estrategias campesinas en la gran Lima. IEP.
Lima, Perú. 1990.
3 Asociación Grupo de Trabajo Redes. Las leyes y la realidad: Trabajo infantil doméstico. AGTR.
Lima, Perú. 2003.
4 Puede tratarse de una empleadora que se hace llamar "madrina" por la niña. De esta manera, se
trata de hacer invisible su condición de trabajadora del hogar, porque usualmente a la "ahijada" no se
le paga por sus servicios.
5 La Asociación Grupo de Trabajo Redes ha encontrado el caso de un grupo de niñas traídas de la
sierra, que se hallaban alojadas en una vivienda mientras la persona que las había "enganchado" les
buscaba una casa donde trabajar, ¡ganando ella un porcentaje, por supuesto!