DE LA SIERRA A LA CAPITAL - La Casa de Panchita

LA SALUD: derecho violado
me han tocado buenos trabajos, solamente no me pagaban. Lo único malo era la primera
señora.
(Carla, 17 años, 4 o de educación secundaria)
Pero también encontramos buenos empleadores, que les ofrecen un trato respetuoso,
cumplen las leyes y además las apoyan emocionalmente, dándoles consejos y ayudándolas
para que estudien.
3.1.3. Racismo
Trabajaba con dos hermanos; en ese trabajo estuve muy bien. Me daban todas las llaves
de la casa y las llevaba donde iba: entraba y salía. La chica (empleadora) me ayudaba
en mis tareas. Me daban la computadora para usar el Internet, el televisor, o sea, ¡todo!
Era como una hermana, yo era como una hermana más en su familia. Por las peleas de los
hermanos, como me hicieron entrar a sus peleas, yo tenía que irme de su casa.
(Fanny, 18 años, 4 o de educación secundaria)
En Lima existe mucha discriminación. Muchos limeños, en su imaginario, creen que Lima
es «otro mundo», un mundo «blanco» y «culto», en contraste con el resto del Perú:
«cholo» e «ignorante». Esta idea persiste, a pesar de que Lima ya no es una ciudad de
gente blanca, sino que la mayoría de sus habitantes son inmigrantes, hijos o nietos de
provincianos.
Las personas que vienen de la sierra encuentran racismo y marginación de parte de sus
propios paisanos. Llegando a Lima, encuentran que son «personas de segunda», que no
son iguales a los limeños, que ser serrano es ser inferior.
Trabajar en servicio doméstico en Lima, trae de por sí una connotación despectiva; las
trabajadoras del hogar son discriminadas por ser de la sierra y, además, por el tipo de
trabajo que realizan. Es común encontrar varones provincianos que desempeñan oficios
como panaderos, vigilantes, soldados, tenderos, y también estudiantes de educación
técnica o universitaria, que consideran a las trabajadoras del hogar como una oportunidad
para pasar un buen rato el domingo y -de ser posible- mantener relaciones sexuales; con
frecuencia les quitan dinero pidiéndoles préstamos que no devuelven; asimismo, les prometen
matrimonio pero luego de seducirlas las abandonan, despreciándolas por haber cedido. 21
Se puede encontrar, también, a empleadoras que maltratan a la trabajadora del hogar
tratándola como inferior, aunque no sólo sea semejante el color de la piel, el origen
provinciano, sino hasta el mismo nivel de educación.
21 Información de la Asociación Grupo de Trabajo Redes.
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