DE LA SIERRA A LA CAPITAL - La Casa de Panchita

LA SALUD: derecho violado
quieren decirte, con esos gestos. Me siento despreciada, arrinconada. Yo soy una persona,
¿por qué no me pueden ver como tal? Por lo que somos de la sierra, nos miran como que
nosotros vamos a robar, que vamos a comer más.
(Wara, 20 años, educación secundaria completa)
Cuando las trabajadoras del hogar tienen la posibilidad de estudiar y reunirse con otras
personas que están en la misma situación, es para ellas un valioso espacio, en donde van
recuperando su autoestima y el orgullo por sus raíces, es entonces que ya no aceptan
pasivamente la discriminación.
Estoy muy orgullosa de ser serrana, pero no me gusta la discriminación. A veces, cuando
uno es de la sierra te dicen que eres serrana, así. Me siento mal que la gente tenga esos
pensamientos tan negativos, que piensen que ser limeño o ser de la costa es una cosa, que
son gente. Se creen que tienen dinero, que tienen todo eso, pero no saben que están más
equivocadas, que todos somos iguales.
(Bertha, 20 años, 4 o de educación secundaria)
A mí, un día una señora me dijo: «¡eres una serrana, una chola, una tonta, una
burra!». Tantas veces que me lo había dicho, esta vez ya no me lo aguanto. Yo le
contesté: «¿por qué me dices chola? Si tú me dices eso, ¿tú no eres peruana, tú no
naciste en Perú?» Ahora me puedo dar mucho más razón, porque estaba leyendo
unos libros, y esto de la indiferencia viene desde la conquista de los españoles. Es
algo que, muchas veces, las personas que discriminan a nosotras... es como, tú me
insultas a mí, y yo guardo un resentimiento por dentro y yo me desquito con otras
personas. Entonces, yo me digo, si me dicen esto, yo no lo hago con otras personas.
Yo ya no lo hago, porque se ve horrible y además, no hay una diferencia. Pero, en el
Perú, en general, siempre hay eso. Porque yo leí un libro: «al que viste en terno, le
das una silla, y el que viene en un vestido normal, le dicen ‘siéntate en un rincón o
en el suelo’». Pero ¿qué es la diferencia entre esas personas, qué tiene que ver la
ropa que visten, o la cara, si la misma sangre corre por sus venas? Si son seres
humanos como nosotros, ¿cuál es la diferencia, si son de la misma semilla? En eso
me baso. A mí, eso también me enfurecía. Entiendo muy bien, y ahora puedo decir,
aquellas personas que las insultan, la gritan simplemente por cólera o por desahogarse
del trato que ellos recibieron. Estas personas, que mayor parte te insultan y
discriminan, sus padres han sido migrantes, su economía avanzó, tienen algo más de
recursos económicos. Se sienten que tienen algo más de poder, que son algo más
porque son limeños o costeños. Pero no es así, están saliendo fuera de la realidad sus
pensamientos. Yo lo entiendo, y por eso ignoro los insultos, simplemente. A veces te
llegan palabras que te dan ganas de llorar. Eso también me ha pasado a mí. Cuando
era más joven, me llegaba y lloraba y decía: «¿por qué a mí, por qué esto?» Pero,
algunas veces me ponía a pensar: «pero, ¿quién tiene la culpa de que yo reciba esos
insultos?, no mi padre, ni mi madre». Sola me alejé de mi pueblo, vine a buscar algo
50