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Cristóbal Colón - Universidad de Sevilla

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— 404 —<br />

macia encaminados á soluciones prácticas y beneficiosas,<br />

merced á los talentos, no bien apreciados aún`, <strong>de</strong><br />

aquellos egregios Monarcas, cayeron los dos postrados por<br />

pertinaces y malignas tercianas.<br />

La <strong>de</strong>licada constitución <strong>de</strong> la mujer, no pudiendo •resistir<br />

el fuego <strong>de</strong> la fiebre, cayó en una postración extremada,<br />

y consi<strong>de</strong>rando ella misma próxima la hora <strong>de</strong> su<br />

muerte, dispuso en un codicilo su última voluntad.<br />

En este preciosísimo documento, digno <strong>de</strong> aquella egregia<br />

<strong>de</strong>jaba á su esposo el gobierno y administra=<br />

ción <strong>de</strong> los reinos <strong>de</strong> Castilla durante ltu ausencia <strong>de</strong> su<br />

hija dolía Juana y <strong>de</strong> su consorte el Archiduque D. Felipe;<br />

tiT entre otras cosas notables, dignas <strong>de</strong> eterna memoria y<br />

gratitud, encomendaba á sus sucesores la mejor y más<br />

buena administración y gobierno <strong>de</strong> , las Indias, mandando<br />

« que non consientan ni <strong>de</strong>n lugar que los indios vecinos y moradores<br />

<strong>de</strong> las dichas Indias y tierra firme, ganadas y por<br />

gana.), reciban agravio alguno en sus personas y bienes; mas<br />

mando que sean bien y justamente tratados. Y si algún agravio<br />

han recibido lo remedien ó provean, po p manera que no<br />

exceda en cosa alguna en lo que por las Letras Apostólicas<br />

<strong>de</strong> la dicha concesión nos es inyungido é mandado.»<br />

El fuego <strong>de</strong> la fiebre abrasaba las entrarlas <strong>de</strong> la egregia<br />

enferma, y no encontrando alivio transitorio y momentáneo<br />

sino en el agua que bebía <strong>de</strong>generó en hidropesía<br />

la enfermedad, consumiéndola lenta pero seguramente: las<br />

campanas <strong>de</strong> los templos or<strong>de</strong>naban con sus metálicas voces<br />

á los fieles que rogasen. á Dios por la salud corporal <strong>de</strong><br />

la Reina, mas, comprendiendo su Alteza la, inutilidad <strong>de</strong><br />

aquellos piadosos ruegos, porque era llegada la hora <strong>de</strong><br />

comparecer ante el Tribunal <strong>de</strong>l Altísimo, dispuso que cesasen<br />

las rogativas y que intercediesen sólo por su salud<br />

espiritual. Por último, el día 26 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 1504,<br />

muy próximo á la media noche, exhaló el último suspiro,<br />

dala Isabel I <strong>de</strong> Castilla, Reina amantísima, protectora.<br />

<strong>de</strong> <strong>Colón</strong>, consoladora, esperanza <strong>de</strong> los indios, á quienes •

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