Pagola-Jose-Antonio-Es-Bueno-Creer
Pagola-Jose-Antonio-Es-Bueno-Creer
Pagola-Jose-Antonio-Es-Bueno-Creer
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
yendo a otros hermanos de la mesa de la tierra. ¡Qué clima<br />
tan diferente se respira en esas eucaristías del siglo II descritas<br />
por san Justino!: «Los que tenemos bienes, socorremos<br />
a los necesitados y estamos siempre unidos unos con<br />
otros. Y, por todo lo que comemos, bendecimos siempre al<br />
Hacedor de todas las cosas» 73 .<br />
7.2. Amarse a sí mismo<br />
La acción de gracias no puede brotar en una persona, si no<br />
hay en ella un verdadero y profundo amor a sí misma. La<br />
persona que no se quiere, no puede agradecer su existencia.<br />
La primera exigencia para desplegar la vida de manera sana<br />
es amarse a sí mismo, ser amigo de uno mismo. Ahí puede<br />
estar el secreto de un crecimiento sano o, por el contrario,<br />
uno de los errores más graves del individuo.<br />
<strong>Es</strong>te amor a sí mismo no ha de ser confundido con el<br />
egoísmo, que es una sed permanente de preferirme a mí<br />
mismo antes que procurar el bien de los demás. El egoísta<br />
vive en su propio mundo, sordo a cualquier llamada del<br />
amor, encerrado en su propia limitación, tratando de hacer<br />
confluir todas las cosas hacia sí mismo. El egoísta es siempre<br />
un insatisfecho, preocupado de no obtener de la vida lo<br />
suficiente. En realidad, el egoísta no ama bien a nadie, ni a<br />
los otros ni a sí mismo.<br />
El amor a sí mismo consiste, por el contrario, en la aceptación<br />
positiva y cordial de uno mismo. Sólo desde ese amor<br />
sano a sí mismo, aprende el individuo a aceptar y amar a los<br />
demás. Nuestra actitud hacia los otros está profundamente<br />
condicionada por la actitud fundamental hacia nosotros mismos.<br />
Hay una verdad honda en las palabras de Jesús, cuando<br />
toma como medida del amor a los otros, el amor hacia<br />
nuestro propio ser: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo»<br />
(Me 12,31 y par). Quien se ama mal a sí mismo, ama mal a<br />
los demás.<br />
El verdadero problema de no pocas personas no es que<br />
Citado por X. BASURKO, O.C, 145.