la sociedad industrial y el marxismo - Marcuse.org
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casi r<strong>el</strong>igiosa. Pero sea como fuere, éste no es <strong>el</strong> lugar de<br />
discutir <strong>el</strong> concepto. Solo lo analizaremos en <strong>la</strong> medida<br />
en que puede ac<strong>la</strong>rar <strong>la</strong> dialéctica que existe entre racionalidad<br />
e irracionalidad en <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong> moderna. La dominación<br />
carismática aparece como una etapa en un proceso<br />
en dos tiempos. Por un <strong>la</strong>do,-<strong>el</strong> carisma tiende a<br />
transformarse en una dominación integrada por intereses<br />
y por su <strong>org</strong>anización burocrática; por otro <strong>la</strong>do, somete<br />
a esa <strong>org</strong>anización burocrática a una dirección carismática.<br />
En su capítulo "La transformación d<strong>el</strong> carisma", Weber<br />
describe cómo <strong>la</strong> dominación carismática pura se<br />
transforma progresivamente en una "posesión permanente".<br />
En ese proceso, <strong>el</strong> carisma es transmitido a manos de<br />
los poderes que condicionan y dominan <strong>la</strong> vida cotidiana,<br />
es decir sobre todo los intereses económicos^i, Lo<br />
que comienza como <strong>el</strong> carisma de un solo hombre con su<br />
medio, termina en <strong>la</strong> dominación de un aparato burocrático<br />
que ha adquirido derechos y funciones, y en los cuales<br />
los devotos d<strong>el</strong> carisma que saben comportarse, pagar<br />
sus impuestos y cumplir sus deberes, se convierten en<br />
"sujetos".<br />
Pero esta administración racional de <strong>la</strong>s masas y de <strong>la</strong>s<br />
cosas no puede prescindir de un auge carismático irracional.<br />
Porque de otro modo <strong>la</strong> administración, realmente<br />
racional hasta cierto punto, tendería a sup<strong>la</strong>ntar <strong>la</strong> dominación<br />
y a convertirse en uija simple administración de<br />
<strong>la</strong>s cosas. Pero <strong>el</strong> aparato administrativo sigue estando<br />
edificado sobre <strong>la</strong> dominación y está orientado hacia <strong>el</strong><br />
mantenimiento y <strong>el</strong> crecimiento de ésta. Una administración<br />
verdaderamente "racional" sería <strong>la</strong> utilización de <strong>la</strong><br />
riqueza social para desarrol<strong>la</strong>r libremente y satisfacer <strong>la</strong>s<br />
necesidades humanas. Esta posibilidad es cada día más<br />
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