la sociedad industrial y el marxismo - Marcuse.org
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ordinarse a una reg<strong>la</strong>mentación despiadadamente eficaz,<br />
en <strong>la</strong> que <strong>el</strong> interés general está rigurosamente condicionado<br />
y confiscado por los intereses particu<strong>la</strong>res dominantes.<br />
Es en <strong>el</strong> sentido siniestro d<strong>el</strong> término, que <strong>la</strong><br />
reificación es "superada". La separación d<strong>el</strong> hombre y de<br />
los medios de producción, en <strong>la</strong> que Weber veía justamente<br />
unanecesidad técnica, se convierte en <strong>la</strong> subordinación<br />
de todo <strong>el</strong> complejo <strong>industrial</strong> al director de los<br />
programas. Y es con <strong>la</strong> calcu<strong>la</strong>dora <strong>el</strong>ectrónica que <strong>la</strong> racionalidad<br />
formal d<strong>el</strong> capitalismo c<strong>el</strong>ebra su mayor triunfo,<br />
puesto que puede servir a no importa qué causa y se<br />
convierte en un poderoso instrumento para <strong>la</strong> política<br />
manipu<strong>la</strong>dora, capaz como es de calcu<strong>la</strong>r los riesgos de<br />
ganancias o de pérdidas con <strong>la</strong> mayor certeza, y al fin de<br />
cuentas, <strong>la</strong>s posibilidades de <strong>la</strong> aniqui<strong>la</strong>ción total con <strong>el</strong><br />
consentimiento de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción, tan dócil como sometida<br />
a sus "cálculos". La democracia de masas llega a ser<br />
plebiscitaria en <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de <strong>la</strong> economía y de <strong>la</strong> <strong>sociedad</strong>:<br />
<strong>la</strong>s masas <strong>el</strong>igen sus propios jefes en los asientos de <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud.<br />
Pero cuando <strong>la</strong> razón técnica se reve<strong>la</strong> como razón política,<br />
es sólo porque, desde <strong>el</strong> comienzo, <strong>el</strong><strong>la</strong>s no han sido<br />
otra cosa que esta razón técnica y esta razón política<br />
bien particu<strong>la</strong>res: a saber, determinadas y limitadas por<br />
específicos intereses dominantes. Al igual que <strong>la</strong> razón<br />
política, <strong>la</strong> razón técnica es histórica. La separación que<br />
<strong>el</strong><strong>la</strong> introduce entre los hombres y los medios de producción<br />
es una necp'idad técnica. Pero <strong>la</strong> servidumbre que<br />
ha <strong>org</strong>anizado a partir de allí, no lo es. Los éxitos a los<br />
que ha arribado -una mecanización productiva y previsible-<br />
contienen <strong>la</strong> posibilidad de una racionalidad cualitativamente<br />
diferente, en <strong>la</strong> cual <strong>la</strong> separación entre los<br />
hombres y los med'os de producción da como resultado<br />
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