Piaget, Vigotski y Maturana: Constructivismo a tres voces
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se abre la capacidad de un verdadero control del individuo sobre su entorno<br />
físico. Así como para los simios de los experimentos de Kóhler, los cuales<br />
enfrentados a la resolución de tareas prácticas consistentes en alcanzar<br />
objetos agradables (normalmente comida) vivencian una reestructuración<br />
de su representación de la situación al incorporar una herramienta material<br />
como un palo, dentro de su campo visual; la incorporación del lenguaje<br />
por parte de los niños en tareas análogas implica una reestructuración<br />
de la situación total. El lenguaje implica tanto la posibilidad de planeación<br />
de la acción, por parte del niño, incorporando así herramientas<br />
materiales y psicológicas que están más allá del campo visual; como el<br />
control voluntario de dicha acción; y el control posible de otras personas<br />
presentes en la situación a través de la utilización comunicativa del lenguaje<br />
(op. cit.).<br />
En este sentido se puede afirmar que no obstante el planteamiento<br />
teórico de vigotskiT en el cual se enfatiza la fusión indisoluble entre ambas<br />
líneas de desarrollo en la ontogénesis, en la práctica, nuestro autor<br />
concede v cada uno un área de influencia complementaria pero distinta:<br />
"la línea natural de desarrollo se emparienta con los procesos de maduración<br />
y crecimiento forgránico], mientras que la línea cultural trata con los<br />
mecanismos de apropiación y dominio de los recursos e instrumentos que<br />
la cultura dispone" (Baquero, 1996 p. 38)'<br />
Para <strong>Vigotski</strong> (1979; 1935 en Van der Veer y Valsiner, l99l), estos<br />
recursos ofrecidos por la cultura no son otra cosa que elementos de mediación,<br />
signos, cuya utilización por los individuos vería un Proceso de desarrollo<br />
ontogenético, en el cual se distinguen <strong>tres</strong> grandes etaPas. En un<br />
comienzo se observa un predominio generalizado de las funciones psic(><br />
lógicas elementales y por tanto de las asociaciones directas. Elementos dt'<br />
mediación tales como objetos materiales para poder recordar, aun cual)do<br />
estén disponibles para el niño, no son utilizados sino de forma errática<br />
e ineficaz. En una segunda etapa, los sujetos utilizan los elementos disponibles<br />
de un modo externo: si en un juego se ha de recordar no decil<br />
un color y tengo una ficha de ese color disponible, el sujeto la pondrá t'rr<br />
un lugar para él visible, de modo que el estímulo visual de la ficha gatilk'<br />
el recuerdo de no nombrar su color. La tercera etapa consiste en la trtili<br />
zaciín de signos internos, en vez de elementos concretos extern