Piaget, Vigotski y Maturana: Constructivismo a tres voces
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cierto iluminismo muy propio de la ciencia positiva de fines del siglo XIX<br />
y comienzos del siglo XX24, el cual lo lleva a aplicar Ia noción de progreso<br />
como categoría tanto descriptiva como evaluativa de las distintas formas<br />
individuales y culturales. De este modo, sí se puede distinguir en la<br />
mirada de <strong>Vigotski</strong> un punto ideal de llegada al cual el educando puede<br />
acceder, ideal en tanto muestra el máximo nivel de logro cultural alcanzado<br />
en el mundo, el punto de mayor progreso. También coherente con el<br />
etnocentrismo propio de su época, dicho punto de llegada lo constituye el<br />
saber propio de la subcultura ilustrada europea de la época, unido a su<br />
forma de funcionamiento cognitivo car^cteriz da por: (a) un operar de<br />
acuerdo a categorías lógicas, (b) hacerlo sobre información de carácterbásicamente<br />
abstracto; y (c) ser descontextualizado en relación con la experiencia<br />
directa que vive o ha vivido el sujeto. La presencia mayor de actividad<br />
cognitiva mediada por signos abstractos es el criterio que <strong>Vigotski</strong><br />
utiliza para considerar mds desarrollad,os a los seres humanos en comparación<br />
con los otros animales, a la cultura inca frente a las culturas aborígenes<br />
africanas (por la utilización en la primera de instrumentos como los<br />
quipus), a los adultos frente a los niños, y a un oficinista urbano comparado<br />
con un campesino.<br />
Debido a lo anterior, dentro de la concepción vigotskiana se puede<br />
caracterizar la forma en que la cultura influye en el desarrollo ontogenético<br />
como una "tracción" o "succión" del sujeto por parte de ésta. Consecuentemente<br />
se presenta la imagen de un sujeto que es construido por la<br />
cultura en la medida que es remolcado por ésta hacia un lugar radicalmente<br />
distinto del que hubiera llegado si hubiera estado culturalmente solo,<br />
si hubiera sido abandonado a su desarrollo natural. La internalización<br />
de los instrumentos de mediación constituye el mecanismo mediante el<br />
cual se produce dicha influencia.<br />
A partir de lo que, desde nuestra mirada de fines de siglo, podríamos<br />
considerar una curiosa forma de culturalismo, es posible derivar algunos<br />
lineamientos éticos que contribuyen a completar la reconstruccióu<br />
de la visión de ser humano que subyace a la obra vigotskiana. Correspondiente<br />
con la imbricación entre desarrollo ontogenético y desarrollo histórico-cultural<br />
que antes se ha presentado, el ser humano visualizado por<br />
este enfoque, se enfrenta a la opción entre comprometerse conscientt'mente<br />
en el proceso en el que, de hecho, está inmerso, o simplementc il( -<br />
tuar de acuerdo a una mera inercia social. La primera opción im¡rlicrr<br />
plantearse la posibilidad de dirigir voluntariamente mi it