Piaget, Vigotski y Maturana: Constructivismo a tres voces
Piaget, Vigotski y Maturana: Constructivismo a tres voces
Piaget, Vigotski y Maturana: Constructivismo a tres voces
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
96<br />
I<br />
o<br />
L<br />
(g<br />
I<br />
d<br />
C)<br />
6i<br />
t<br />
L<br />
bo<br />
q)<br />
ho<br />
diación de los procesos psicológicos de los educandos, proceso en virtud<br />
del cual su conciencia se desarrolla.<br />
Así como existen diferencias evidentes en cuanto a complejidad y<br />
versatilidad entre un martillo y un motor de combustión interna, así también<br />
las hay en el terreno de las herramientas psicológicas. <strong>Vigotski</strong> distingue<br />
en estas diferencias una gradiente histórica, en la cual nuevas herramientas<br />
conceptuales incorporan a otras anteriores, superándolas, tanto<br />
en su potencialidad para el desarrollo de la humanidad como para el de<br />
cada ser humano que las internaliza. A la luz de lo anterior, se puede precisar<br />
y distinguir de la propuesta de <strong>Piaget</strong>, el desafío que <strong>Vigotski</strong> presenfaala<br />
institución educativa. Cada ser humano en el mundo debiera poder<br />
acceder a las más refinadas herramientas culturales que la humanidad ha<br />
desarrollado en el momento histórico que le toca vivir; acceder sólo a una<br />
parte limitada de esas herramientas redundará en una merma en el desarrollo<br />
psicológico que sería posible para ese sujeto.<br />
No obstante la escala supracultural en la que se establece el conjunto<br />
de herramientas semióticas que la educación debiera plantearse como objetivo<br />
construir en y con sus educandos, <strong>Vigotski</strong> subraya la importancia de la<br />
situación histórica y material en la cual se da el proceso: el niño se educa en<br />
el seno de una comunidad de significados particular. También constituye<br />
un resultado del proceso de internalización que vive el niño en la escuela,<br />
el hecho que el educando se va incorporando progresivamente a dicha comunidad<br />
de significados. De acuerdo al modelo del desarrollo propuesto<br />
por <strong>Vigotski</strong>, tal incorporación no corresponde a un proceso en el cual el<br />
educando cumple un rol meramente pasivo; por el contrario, la reconstrucción<br />
intrapsíquica del sistema de relaciones semióticas en el cual el educando<br />
ha participado, da pie alavez a: (a) la formación de una conciencia humana<br />
de naturaleza semiótica en el educando; y (b) la recreación del mismo<br />
sistema de significados, proceso en el cual sentidos primeramente individuales<br />
originados en la diniímica interna de la conciencia ya autoregulada<br />
del sujeto, pasan a formar parte del mismo sistema. En la educación "conciencia<br />
y cultura se construyen mutuamente" (Cole, 1985).<br />
Para <strong>Maturana</strong>, lo que se pone en juego en el contexto educativo es<br />
que cada educando aprenda a ser un ser humano. Esto quiere decir quc<br />
sea capaz de actuar sistemáticamente teniendo como emoción subyacentt:<br />
al amor, y siendo, gracias a ello, capaz de reconocer en sí mismo las limitaciones<br />
y posibilidades que su biología impone a su capacidad de cont><br />
cer. Es el emocionar amoroso el que permitiría abrazar el camino expli