Leales a la Fe
Leales a la Fe
Leales a la Fe
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Misericordia<br />
Misericordia<br />
Nuestro Padre Celestial conoce nuestras debilidades y<br />
nuestros pecados. Él nos demuestra misericordia al perdonarnos<br />
los pecados y ayudarnos a regresar para morar en Su<br />
presencia.<br />
Podría parecer que esa compasión estuviera en conflicto<br />
con <strong>la</strong> ley de <strong>la</strong> justicia, <strong>la</strong> cual establece que ninguna cosa<br />
impura puede morar con Dios (véase 1 Nefi 10:21); pero <strong>la</strong> expiación<br />
de Jesucristo hizo posible que Dios sea para con Sus<br />
hijos “un Dios perfecto, justo y misericordioso también”<br />
(Alma 42:15).<br />
Cómo recibir <strong>la</strong> misericordia de Dios<br />
El Salvador satisfizo <strong>la</strong>s demandas de <strong>la</strong> justicia cuando<br />
en nuestro lugar padeció el castigo por nuestros pecados.<br />
Como consecuencia de ese acto desinteresado, el Padre, con<br />
Su misericordia, puede suspender el castigo y recibirnos en<br />
Su presencia. Para lograr el perdón del Señor, debemos arrepentirnos<br />
sinceramente de nuestros pecados. El profeta Alma<br />
enseñó: “La justicia ejerce todos sus derechos, y también <strong>la</strong><br />
misericordia rec<strong>la</strong>ma cuanto le pertenece; y así, nadie se salva<br />
sino los que verdaderamente se arrepienten” (Alma 42:24;<br />
véanse también los vers. 22–23, 25).<br />
El perdón de los pecados no es el único don de misericordia<br />
de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo. Toda bendición<br />
que recibas es un acto de misericordia; es más de lo<br />
que podrías merecer por cuenta propia. Mormón enseñó:<br />
“Todas <strong>la</strong>s cosas que son buenas vienen de Cristo; de lo contrario,<br />
los hombres se hal<strong>la</strong>ban caídos, y ninguna cosa buena<br />
podía llegar a ellos” (Moroni 7:24). Por ejemplo, recibes <strong>la</strong> misericordia<br />
divina cuando nuestro Padre Celestial escucha y<br />
contesta tus oraciones, cuando recibes <strong>la</strong> guía del Espíritu<br />
Santo y cuando eres sanado de una enfermedad mediante el<br />
poder del sacerdocio. Aunque recibes esas bendiciones como<br />
resultado de tu obediencia, nunca podrías recibir<strong>la</strong>s única-<br />
117