Leales a la Fe
Leales a la Fe
Leales a la Fe
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Reve<strong>la</strong>ción<br />
ducción del Libro de Mormón. El Señor le habló a Oliver<br />
Cowdery por intermedio del profeta José Smith y le explicó<br />
por qué Oliver no había podido traducir el Libro de Mormón<br />
aun cuando se le había dado el don de traducir: “He aquí, no<br />
has entendido; has supuesto que yo te lo concedería cuando<br />
no pensaste sino en pedirme. Pero he aquí, te digo que debes<br />
estudiarlo en tu mente; entonces has de preguntarme si está<br />
bien; y si así fuere, haré que tu pecho arda dentro de ti; por<br />
tanto, sentirás que está bien” (D. y C. 9:7–8).<br />
Busca con paciencia <strong>la</strong> voluntad de Dios. Él se reve<strong>la</strong> “en su<br />
propio tiempo y a su propia manera, y de acuerdo con su propia<br />
voluntad” (véase D. y C. 88:63–68). Probablemente recibas<br />
reve<strong>la</strong>ción “línea por línea, precepto por precepto, un<br />
poco aquí y un poco allí” (2 Nefi 28:30; véase también Isaías<br />
28:10; D. y C. 98:12). No trates de forzar los asuntos espirituales.<br />
Así no es como se recibe reve<strong>la</strong>ción. Se paciente y confía<br />
en el tiempo del Señor.<br />
Cómo reconocer <strong>la</strong> guía del Espíritu Santo<br />
Entre los muchos ruidos y mensajeros del mundo de hoy,<br />
tienes que aprender a reconocer <strong>la</strong>s impresiones del Espíritu<br />
Santo. A continuación, se indican algunos de los medios principales<br />
por los que el Espíritu Santo se comunica con nosotros:<br />
Hab<strong>la</strong> a <strong>la</strong> mente y al corazón con una voz apacible y delicada.<br />
El Señor enseñó: “Hab<strong>la</strong>ré a tu mente y a tu corazón por medio<br />
del Espíritu Santo que vendrá sobre ti y morará en tu corazón.<br />
Ahora, he aquí, éste es el espíritu de reve<strong>la</strong>ción” (D. y<br />
C. 8:2–3). A veces el Espíritu Santo te ayudará a entender una<br />
verdad del Evangelio o te dará una guía que “parece ocupar<br />
[tu] mente e introducirse con más fuerza en [tus] sentimientos”<br />
(D. y C. 128:1). Aunque una reve<strong>la</strong>ción así tenga un efecto<br />
muy potente sobre ti, casi siempre se recibe cal<strong>la</strong>damente,<br />
como un “silbo apacible y delicado” (véase 1 Reyes 19:9–12;<br />
He<strong>la</strong>mán 5:30; D. y C. 85:6).<br />
161