Leales a la Fe
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Profetas<br />
dos a hab<strong>la</strong>r por el Señor, tal como lo fueron Moisés, Isaías,<br />
Pedro, Pablo, Nefi, Mormón y otros profetas de <strong>la</strong>s<br />
Escrituras. Sostenemos al Presidente de <strong>la</strong> Iglesia como nuestro<br />
Profeta, Vidente y Reve<strong>la</strong>dor, <strong>la</strong> única persona sobre <strong>la</strong> tierra<br />
que recibe reve<strong>la</strong>ción para guiar a toda <strong>la</strong> Iglesia; también<br />
sostenemos a los Consejeros de <strong>la</strong> Primera Presidencia y a los<br />
miembros del Quórum de los Doce Apóstoles como profetas,<br />
videntes y reve<strong>la</strong>dores.<br />
Al igual que los profetas de <strong>la</strong> antigüedad, los de hoy<br />
también testifican de Jesucristo y enseñan Su Evangelio. Dan<br />
a conocer <strong>la</strong> voluntad y <strong>la</strong> verdadera naturaleza de Dios; hab<strong>la</strong>n<br />
de manera audaz y c<strong>la</strong>ra, denunciando el pecado y advirtiendo<br />
de sus consecuencias. A veces, para beneficio<br />
nuestro, puede que sean inspirados a profetizar de acontecimientos<br />
futuros.<br />
Siempre puedes confiar en los profetas vivientes. Sus enseñanzas<br />
reflejan <strong>la</strong> voluntad del Señor, quien dec<strong>la</strong>ró: “Lo<br />
que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho, y no me disculpo;<br />
y aunque pasaren los cielos y <strong>la</strong> tierra, mi pa<strong>la</strong>bra no pasará,<br />
sino que toda será cumplida, sea por mi propia voz o por <strong>la</strong><br />
voz de mis siervos, es lo mismo” (D. y C. 1:38).<br />
Tu máxima seguridad depende de seguir estrictamente<br />
<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra del Señor que Él comunica a través de Sus profetas,<br />
en particu<strong>la</strong>r el actual Presidente de <strong>la</strong> Iglesia. El Señor<br />
advierte que los que no hagan caso de <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras de los profetas<br />
vivientes caerán (véase D. y C. 1:14–16) y Él promete<br />
grandes bendiciones para los que sigan al Presidente de <strong>la</strong><br />
Iglesia:<br />
“Daréis oído a todas sus pa<strong>la</strong>bras y mandamientos que os<br />
dará según los reciba, andando de<strong>la</strong>nte de mí con toda santidad;<br />
“porque recibiréis su pa<strong>la</strong>bra con toda fe y paciencia como<br />
si viniera de mi propia boca.<br />
“Porque si hacéis estas cosas, <strong>la</strong>s puertas del infierno no prevalecerán<br />
contra vosotros; sí, y Dios el Señor dispersará los poderes<br />
de <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s de ante vosotros, y hará sacudir los cielos<br />
para vuestro bien y para <strong>la</strong> gloria de su nombre” (D. y C. 21:4–6).<br />
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