Leales a la Fe
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Profetas<br />
Referencias adicionales: 2 Crónicas 20:20; Amós 3:7; Efesios 2:19–20; 1<br />
Nefi 22:1–2; Mosíah 13:33–35; D. y C. 107:91–92; Artículos de <strong>Fe</strong> 1:6.<br />
Quórum (Véase Sacerdocio.)<br />
Quórumes de los Setenta (Véase Administración de <strong>la</strong> Iglesia.)<br />
Quórum de los Doce Apóstoles (Véase Administración de <strong>la</strong><br />
Iglesia.)<br />
Reinos de gloria<br />
Mediante <strong>la</strong> expiación de Jesucristo, todas <strong>la</strong>s personas<br />
resucitarán (véase Alma 11:42–45). Después de resucitar,<br />
compareceremos ante el Señor para que Él nos juzgue (véase<br />
Apocalipsis 20:12; 3 Nefi 27:14). Cada uno de nosotros será<br />
asignado a una morada eterna en un reino específico de gloria.<br />
El Señor enseñó este principio cuando dijo: “En <strong>la</strong> casa de<br />
mi Padre muchas moradas hay” (Juan 14:2).<br />
Hay tres reinos de gloria: el reino celestial, el terrestre y<br />
el telestial. La gloria que heredes dependerá de lo profunda<br />
que sea tu conversión, <strong>la</strong> que quedará expresada por tu obediencia<br />
a los mandamientos del Señor. Dependerá también<br />
de <strong>la</strong> manera en que hayas “[recibido] el testimonio de Jesús”<br />
(D. y C. 76:51; véanse también los vers. 74, 79, 101).<br />
Reino celestial<br />
El reino celestial es el más alto de los tres reinos de gloria.<br />
Los que hereden ese reino morarán para siempre en <strong>la</strong><br />
presencia de Dios el Padre y de Su Hijo Jesucristo. Ésta debe<br />
ser tu meta: heredar el reino celestial y ayudar a los demás a<br />
recibir esa gran bendición también. Esa meta no se alcanza<br />
con un solo intento, sino que es el resultado de toda una vida<br />
de rectitud y de tesón.<br />
El reino celestial es el lugar preparado para los que “recibieron<br />
el testimonio de Jesús” y fueron “hechos perfectos<br />
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