Leales a la Fe
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Castidad<br />
Si eres soltero y sales con una joven o si eres soltera y sales con<br />
un joven, trata con respeto a <strong>la</strong> otra persona. Nunca trates a <strong>la</strong><br />
otra persona como si fuera un objeto que usas para satisfacer<br />
tus deseos lujuriosos. P<strong>la</strong>nifica cuidadosamente actividades<br />
positivas y constructivas para que tú y <strong>la</strong> persona con <strong>la</strong> que<br />
salgas no estén a so<strong>la</strong>s sin tener nada que hacer. Permanece<br />
en lugares seguros donde puedas contro<strong>la</strong>rte fácilmente. No<br />
participes en conversaciones ni en actividades que despierten<br />
deseos sexuales. No te involucres en besuqueos apasionados,<br />
no te acuestes con otra persona ni encima de otra<br />
persona, no le toques <strong>la</strong>s partes privadas y sagradas del cuerpo,<br />
ya sea con <strong>la</strong> ropa puesta o sin <strong>la</strong> ropa. No permitas que<br />
nadie te haga esas cosas a ti.<br />
Si eres casado(a), se fiel a tu cónyuge, tanto en tus pensamientos<br />
como en tus pa<strong>la</strong>bras y hechos. El Señor ha dicho: “Amarás a<br />
tu esposa con todo tu corazón, y te allegarás a el<strong>la</strong> y a ninguna<br />
otra. Y el que mirare a una mujer para codiciar<strong>la</strong> negará <strong>la</strong><br />
fe, y no tendrá el Espíritu; y si no se arrepiente, será expulsado”<br />
(D. y C. 42:22–23). No coquetees de ninguna forma. En lo<br />
posible, evita estar a so<strong>la</strong>s con una persona del sexo opuesto.<br />
Pregúntate si tu cónyuge estaría de acuerdo si supiera de tus<br />
pa<strong>la</strong>bras o de tus hechos. Recuerda el consejo del apóstol Pablo<br />
de “[abstenernos] de toda especie de mal” (1 Tesalonicenses<br />
5:22). Si te mantienes alejado de tales circunstancias, <strong>la</strong> tentación<br />
no tendrá <strong>la</strong> oportunidad de desarrol<strong>la</strong>rse.<br />
Perdón para el que se arrepiente<br />
El mejor curso de acción es ser completamente limpio en<br />
lo moral. Es un error cometer pecados sexuales con <strong>la</strong> idea de<br />
arrepentirse después; dicha actitud en sí es un pecado, porque<br />
demuestra irreverencia hacia el Señor y hacia los convenios<br />
que haces con Él. Sin embargo, si has cometido pecados sexuales,<br />
el Señor ofrece el perdón una vez que te hayas arrepentido.<br />
El arrepentimiento es difícil pero posible. Tú puede ser<br />
limpio(a) otra vez (véase Isaías 1:18). La dulce paz del perdón<br />
puede reemp<strong>la</strong>zar a <strong>la</strong> desesperación del pecado. A fin de<br />
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