Estudios Revista Ecléctica. Número 69 - Christie Books
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del HimalaYa: así alumbrará mejor tu oculta<br />
lámpara. Rózate con el Dolor; vive y dormita<br />
en el propio camastro del Dolor: así los resplandores<br />
de tu lámpara tendrán una brillantez<br />
incomparable. Sé fuerte. No te dejes vencer por<br />
las artificiales tentaciones del mundo; aniquila<br />
también la influencia fatal de los sentidos: así<br />
comprenderás el inefable beneficio de la Luz.<br />
Para alumbrar eí Sendero, ha menester la<br />
lámpara de los mil destellos; la lámpara que<br />
fosforesce en todos los vericuetos de la Vida.<br />
Enciende tu lámpara y mira dentro de tí. Mira<br />
Divulgaciones<br />
El amor es el arma de que se vale la materia<br />
en el hombre, para que éste cumpla a su<br />
ve\, como todas las modalidades, el fin reproductri^<br />
reintegrado?-, necesario a la conservación<br />
cuantitativa de la substancia constituyente<br />
de la Naturaleza.<br />
Algunos filósofos y teólogos han sustituido<br />
al ente Dios de las religiones por el de la<br />
madre iNaturaleza, a veces no menos místico.<br />
Pero este prejuicio tiene su justificación, pues<br />
a tal grado parece informar acto de conciencia<br />
en los hechos que se operan en el conjunto de<br />
los seres y que constituyen el todo Naturaleza,<br />
que fácilmente se explica se quiera hallar en<br />
ello lo que no es otra cosa que el efecto de la<br />
pugna físico-químico-mecánica por la existencia,<br />
adaptada a este fin. A esa pugna se ven<br />
obligadas todas y cada u:ia de las formas para<br />
conseguir la conservación y desenvolvimiento,<br />
por y para la reproducción de la vida, derivada<br />
ésta e impuesta por la evolución, ciegamente<br />
transformadora, de las reacciones de la<br />
materia, iniciadas desde el origen de ella y<br />
fundamentales de su existencia.<br />
Como no es posible hacer aquí el estudio<br />
minucioso del proceso seguido por las formas<br />
de la materia, desde las más simples hasta las<br />
más complejas, estudio que hubiera de evidenciar<br />
el mecanismo físico-químico a que se<br />
debe el conjunto de las mismas que integran<br />
dentro de ti y verás como la Luz Eterna columbra<br />
como sorprendentes constelaciones, y te<br />
muestra calamidades que tú puedes subsanar,<br />
miserias que tú puedes remediar, muertos a<br />
quienes puedes levantar... Enciende tu lámpara,<br />
y haz de ella altar y pebetero sagrados. Adórala<br />
como al mejor icono; cuida de que jamás se<br />
apague, porque lámpara sin luz, es como ojos<br />
que no ven, como cuerpo sin alma, como corazón<br />
que no siente.<br />
EL AMOR<br />
M. MEDINA GONZÁLEZ<br />
la Naturaleza, me circunscribiré a la sola<br />
exposición de algunos datos que me permitan<br />
comprobar y apoyar el tema motivo de este<br />
trabajo..<br />
Una vez hubo quedado constituida la mónera,<br />
quedó con ella establecido el fundamental<br />
y único elemento de que todas las formas<br />
no son sino simples asociaciones o conglomerados,<br />
y ultimado, por tanto, el proceso físicoquímico<br />
de la substancia gaseosa originaria,<br />
que pudiera llamarse creador. Esta célula,<br />
formada por una membrana revestida de una<br />
suerte de filamentos, prolongaciones de sí propia,<br />
llamados pestañas vibrátiles o seudópodos,<br />
que la sirven a los fines de su nutrición y<br />
translación; por una substancia protopiásmica,<br />
de cuya sintetizac.ión se forma el núcleo que<br />
ocupa el centro, la ultrasintetización de cayos<br />
elementos produce el nucléolo o mancha germinativa<br />
en las asociaciones o conglomerados<br />
que constituyen las categorías más complejas<br />
de las formas superiores; esta célula, digo, una<br />
vez llegada al límite del desarrollo que para su<br />
existencia consiente el medio, éste la fuerza a<br />
realizar su desdoblamiento o división, pudiéndose<br />
afirmar, por consiguiente, que la célula<br />
no tiene otro objeto ni cumple otro fin que el<br />
de la reproducción, perfectamente físico-química<br />
y mecánica de sí misma.<br />
Ahora bien: siendo la criatura un conglo-