15.05.2013 Views

z I Parte Villamalea en el primer tercio del siglo XX p… - CCOO

z I Parte Villamalea en el primer tercio del siglo XX p… - CCOO

z I Parte Villamalea en el primer tercio del siglo XX p… - CCOO

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

74 B<strong>en</strong>ito Sanz Díaz<br />

Estas cifras son ofíciales, si bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> la practica eran inferiores, y para jornadas de trabajo de sol<br />

a sol, de 12 a 14 horas. Los testimonios son abundantes, e ilustran la difícil condición de la mujer.<br />

“Desde muy jov<strong>en</strong> iba al campo, por necesidad claro está, ya que estábamos muy mal.<br />

Trabajábamos como burras para cobrar la mitad que los hombres, aunque llegábamos a r<strong>en</strong>dir<br />

más que <strong>el</strong>los, por eso d<strong>el</strong> orgullo. Los hombres nos trataban mal. Nos decían: por qué no os<br />

quedáis <strong>en</strong> casa. Nos quitáis jornales. Y era verdad. Si los amos nos daban fa<strong>en</strong>a era por que les<br />

salíamos más baratas. Esto nos dividía y <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>taba. Lo <strong>en</strong>t<strong>en</strong>díamos, pues muchos hombres t<strong>en</strong>ían<br />

que mant<strong>en</strong>er a seis y ocho bocas hambri<strong>en</strong>tas, pero <strong>en</strong> nuestras casas pasaba igual. Si nos<br />

quedábamos <strong>en</strong> casa era un gasto y si ganábamos algún jornal ya era bu<strong>en</strong>o".<br />

"Nos pagaban m<strong>en</strong>os por tradición, aunque supies<strong>en</strong> que r<strong>en</strong>díamos como los hombres. Esto<br />

llegaba a molestar a nuestros propios maridos. ¿En qué iban a basar su autoridad sí no nos<br />

alim<strong>en</strong>taban? El cobrar m<strong>en</strong>os nos parecía normal, lo que t<strong>en</strong>ía que ser. Cuando hubo sindicatos la<br />

cosa cambió. En la recolección, los amos contrataban por grupos. A la más fuerte le daban más<br />

para que fuese más deprisa que <strong>el</strong> resto, obligándonos a ir a su ritmo. Las que no iban a la par<br />

corrían <strong>el</strong> riesgo de que no los llamas<strong>en</strong> al día sigui<strong>en</strong>te. Esto nos dividía, nos criticábamos <strong>en</strong>tre<br />

nosotras. El amo se frotaba las manos cuando nos picábamos. Se aprovechaban de nuestra<br />

incultura".<br />

Estos dos testimonios recog<strong>en</strong> algunas facetas, similares por otro lado al de cualquier pueblo<br />

agrícola de la zona. Se las explota como mujeres y trabajadoras. Constituy<strong>en</strong> por otra parte la mano<br />

de obra fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> las épocas de recogida de productos, como v<strong>en</strong>dimia, siega, azafrán, etc.<br />

En cuanto a los niños y adolesc<strong>en</strong>tes, hijos de campesinos y jornalero, hay que decir que<br />

abandonan la escu<strong>el</strong>a -cuando han llegado a ir- <strong>en</strong> <strong>el</strong> mom<strong>en</strong>to que pued<strong>en</strong> desempeñar algún<br />

trabajo <strong>en</strong> <strong>el</strong> campo. Cualquier trabajo era bu<strong>en</strong>o para irse acostumbrando. Desde un punto de vista<br />

económico, su trabajo era complem<strong>en</strong>tario de otros, permiti<strong>en</strong>do un ahorro de jornales a los<br />

propietarios. En cuanto <strong>el</strong> jornal que recib<strong>en</strong> era considerado -<strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor de los casos- como <strong>el</strong> de<br />

la mujer, si bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> la mayoría de los casos recibía la comida, y a veces ni eso.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!