Los ingredientes marcados con son marca caprabo sabor...59 foto: LATINSTOCK
odar y rodar Chirigotas a la orilla del mar Marcada por la intensidad del Atlántico y la luminosidad de los cielos del sur, la ciudad de Cádiz es dueña de <strong>un</strong>a diversidad poco común. Tres mil años de historia, tradiciones, <strong>un</strong> carnaval antológico y <strong>un</strong>a gastronomía de excepción, hacen de la antiquí- sima Gadir de los fenicios <strong>un</strong> destino inolvidable. Texto María Varela 1. Una próspera colonia fenicia Los primeros en aventurarse más allá de las Columnas de Hércules, los míticos montes que separaban el Mediterráneo del Mar Tenebroso –como llamaban en la antigüedad al Océano Atlántico–, fueron los intrépidos fenicios. Como todos los pueblos que se hacían a la mar, buscaban tierras fértiles para subsistir, metales para comerciar con las ciudades del Mediterráneo y <strong>un</strong> emplazamiento estratégico para poder defenderse. Cádiz, a la que llamaron Gadir, resultó perfecta. La colonia fenicia prosperó y adquirió tal fama que se convirtió en objeto de deseo de otros pueblos. Griegos, cartagineses, romanos, árabes, venecianos y genoveses, entre otros, recalaron <strong>un</strong>a y otra vez en sus costas dejando prof<strong>un</strong>das huellas arquitectónicas, artísticas y culturales, y forjando para siempre el carácter saleroso del gaditano, que mira al m<strong>un</strong>do con ojos receptivos y abiertos. 2. Capital de <strong>un</strong>a tierra rica Destellos de luz blanca, olor a sal y <strong>un</strong> constante graznido de gaviotas habitan en esta ciudad que, sin ser <strong>un</strong>a isla, está rodeada por el mar. Sin embargo, Cádiz también está hecha de ricas huertas y campos fértiles que producen excelentes carnes de cerdo, cabrito 60 sabor... www.capraboacasa.com y vac<strong>un</strong>o retinto. Magníficas sierras recortan el horizonte hacia el nordeste. Arcos de la Frontera es <strong>un</strong> espectacular p<strong>un</strong>to de partida hacia los escondidos pueblos blancos. En los pintorescos Olvera, Algodonales y Zahara de la Sierra se producen aceites de oliva de denominación de origen; desde los pequeños Algar, El Bosque, Ubrique y Grazalema llegan a la capital los sabores artesanales de embutidos, chacinas y quesos. 3. Caldos jerezanos Cádiz disfruta de los caldos excepcionales que se producen en las tierras albarizas de Jerez de la Frontera. La hermosa ciudad, famosa por sus caballos andaluces y su flamenco, está salpicada de bodegas de gran tradición, donde se elaboran brandies y vinos de distinto tipo, como el fino, manzanilla, amontillado, o el renombrado Pedro Ximénez, de <strong>un</strong> precioso color caoba oscuro, vigoroso, que endulza la boca y el corazón. 4. Delicias en "la plaza" A través del Arco de la Rosa, la Puerta del Mar o el Arco de los Blancos –restos de las murallas construidas durante la Reconquista– se accede a la antigua Cádiz. Sus calles estrechas derrochan bohemia y <strong>un</strong>a entrañable decadencia, como si a pesar de la modernidad La catedral gaditana y la playa de La Caleta, son dos de los imprescindibles cuando se visita Cádiz. Desde el Balneario de la Palma, situado en La Caleta, se divisan <strong>un</strong>as vistas espectaculares.